La vida tiene tantos distintos aspectos que la hacen emocionante, pero muchas veces también devastadora. A veces nos preguntamos por qué algunas veces respondemos de la forma en la que lo hacemos o por qué otras personas actúan de cierta manera, sin darnos cuenta que muchas de esas reacciones provienen de lugares de heridas profundas que se han tenido a lo largo de los años.
El abuso y las experiencias traumáticas pueden llegar a influir en el cerebro de manera que afecte su manera de ser, de desarrollarse, y de relacionarse con los demás. Es por eso que pueden llegar a afectar a alguna o a todas las áreas de la vida de una persona.
¿Cómo funciona el cerebro ante situaciones de estrés?
El cerebro es el órgano central de percepción y respuesta fisiológica, emocional-psicológica y comportamental del ser humano. Es la parte que determina qué cosas son amenazantes o potencialmente estresantes.
Esta parte del cuerpo tiene la capacidad de integrar recuerdos del pasado, del presente y anticiparse ante el incierto futuro. Es por eso que vivir experiencias de abuso y trauma pueden llegar a causar una dificultad para procesar información, distinguir entre situaciones amenazantes y no amenazantes, tener estados emocionales autorregulados y formar relaciones adecuadas.
Formas en las que el abuso afecta el desarrollo del cerebro
Las situaciones extremas engloban contextos como la violencia en todas sus manifestaciones, la desigualdad, la miseria, la exclusión, el maltrato, el abuso, entre otras. El cerebro busca brindar una respuesta ante estas circunstancias para restablecer el equilibrio y adaptarse a las condiciones biológicas, psicológicas y sociales en las que se encuentra.
Algunos estudios demuestran que el cerebro de adolescentes y adultos que sufrieron de algún tipo de abuso o maltrato tiene algunas diferencias con el cerebro “normal”.
- La corteza prefrontal, la cual es la encargada de regular el comportamiento, las emociones y la cognición, es más pequeña de lo usual.
- El cuerpo calloso, la parte que es responsable de la comunicación interhemisférica y otros procesos, tiende a tener un volumen más reducido.
- El hipocampo, que es fundamental para desarrollar habilidades de aprendizaje y memoria, también puede tender a tener un volumen reducido.
- El cerebelo, la parte que se encarga de coordinar el comportamiento motor y el funcionamiento ejecutivo, tiende a tener un tamaño más pequeño.
- La amígdala puede presentar hiperactividad, lo cual puede llegar a tener efectos negativos ya que esta parte del cerebro ayuda a determinar si un estímulo es amenazante y se encarga de desencadenar respuestas emocionales ante este.
Todos estos efectos fisiológicos en el cerebro causados por experiencias de abuso provocan que las personas tengan muchas veces problemas para desarrollarse o para responder de manera adecuada ante diferentes situaciones. Es por eso muy importante que busquen la ayuda adecuada para procesar el trauma que han vivido y obtener herramientas que les ayuden a regular sus emociones y reacciones de una manera más adecuada, para tener una mejor calidad de vida y construir mejores relaciones con otras personas.
¿Eres víctima de abuso?