El pasado fin de semana un grupo de manifestantes quemó algunas instalaciones del congreso, como medida de protesta por la aprobación del presupuesto 2021.
Para la mezquina clase política de Guatemala, no existen las tragedias ni las penurias, solamente las oportunidades para hacer negocios. Cada legislatura parece superar a su antecesora y esta no es la excepción.
Y aunque unos entren y otros salgan, lo único cierto es que en la costa sur el poder local tiene apellido y se le llama Maldonado.
El partido verde podría correr el riesgo de ser cancelado y con ello, las sanciones que la misma UNE promovió cuando Mario Taracena era presidente del Congreso podrían impedir que participen.
Las pasadas elecciones llevadas a cabo el 16 de junio dejaron lamentos en las redes sociales, pero las mentes creativas aprovecharon la oportunidad para hacer de las suyas.
Los más pequeños asistieron a las urnas para emitir su voto para elegir simbólicamente al próximo presidente de Guatemala.
La libertad de expresión está siendo amenazada por estrategias digitales, por parte de Partido Humanista, entre ellas denunciando investigaciones como campañas difamatorias en Facebook