Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Un accidente, sirenas y declarada muerta camino al hospital. Una historia que relata que existe vida después de la muerte.

Todo sucedió de repente. La noche del 15 de noviembre de 2014, Mary, de 48 años, sufrió un accidente automovilístico, en el cual su vida corrió peligro.

El viento soplaba fuerte, la luna lucía su mejor brillo y alumbraba el camino para que los transeúntes disfrutaran de aquellas noches gélidas.

Un bocinazo sonó, no pasó nada, luego dos pitazos y una luz alta reflejó el bómper del carro de Mary, sin poder hacer nada solo se escuchó un estruendo.

¡Dios mío! Fueron las únicas palabras que se recuerda hasta hoy, junto a un sueño profundo en el cual seres de otra dimensión le daban la bienvenida.

“¿Uno piensa que no existe vida más allá de la muerte? Yo sí creo que hay, pude vivirlo”. “Solo recuerdo un sonido fuerte y cuando desperté ya estaba en el hospital”, relata Mary. 

Durante un lapso, que no se puede estimar, ya que nadie sabe cuánto tiempo estuvo atrapada entre los hierros, Mary solamente sentía dolor, el cual ocasionó que perdiera el conocimiento.

“Sentía una paz, es difícil de explicar. No te duele nada, no puedes pensar en nada, simplemente estar en un trance en el cual según tus creencias religiosas observas”. “Para mí el cielo es un jardín hermoso, porque esa misma imagen miré”, dice Mary. 

Los bomberos acudieron a la emergencia, la suerte estaba echada, ya que algunos creen que no es fortuna sino un milagro, una segunda oportunidad. “Del sueño recuerdo que iba caminando a lo lejos, las voces desaparecían, de repente quedé en un espacio blanco y cada vez su brillo me atraía hasta que entré”, comenta Mary.

Los segundos pasaban y su estado de salud era grave, la ambulancia recorría Bulevar Vista Hermosa. Iban con la sirena abierta, ya que todavía había tiempo de salvarla. “En el sueño vi a mis papás, abuelos e incluso a mi primer perrito. Me pareció extraño solamente me acerqué y estuve con ellos, sentía una paz increíble”. 

“Durante un lapso reaccioné, supe que eso no era cierto y entonces me despedí de todos ellos. Nunca me hablaron, pero sí pude abrazarlos y sentir su presencia”.

A los dos días, Mary despertó, sus hijos y nietos se encontraban allí, todos contentos de tenerla junto a ellos.

¿Qué pasó? ¿A qué horas paré en una camilla de un hospital? Eran preguntas que Mary se hacía. “Lo primero que preguntó fue qué había sucedido. Lo segundo, les conté a mis hijos lo que había soñado. En ese momento, mi sueño tuvo sentido”.

Al accidentarse, Mary quedó inconsciente, los bomberos la trasladaron al hospital. Durante el recorrido había sufrido un paro cardíaco. “Mis hijos me comentaron que estuve muerta durante tres minutos durante el recorrido de la ambulancia hacia el hospital”. “Comprendí que había muerto y por esa razón soñé que estaba en un gran jardín”.

Tres minutos que le cambiaron la vida a Mary y su familia. “Uno no sabe cuándo va a morir y cómo. El accidente no lo planeé, pero me sirvió para unirme más a mi familia. Como dicen por algo suceden las cosas”. “Lo más curioso fue haber soñado que estaba muerta cuando era realidad, todavía puedo recordarlo como si fuera ayer. Quizás muchos no me crean, pero yo sí creo que existe vida más allá de la muerte”.

A sus 53 años, Mary cuenta su historia como de película y está segura de que todas las personas que han sido declaradas muertas unos minutos han visitado el cielo. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte