Se acerca Halloween, que es este 31 de octubre, la noche que muchas personas utilizan para disfrazarse de sus personajes favoritos y que aprovechan también para caracterizar a sus mascotas. Sin embargo, muchos desconocen que no todos los disfraces son cómodos, ya que varios los podrían molestar.
Los animales no toleran la misma vestimenta que nosotros. Incluso existe tela o materiales insoportables para ellos que les podría causar un golpe de calor.
Según delooks, una página experta de moda, se te podrían presentar las siguientes situaciones: que tu mascota no permita que se le ponga nada encima o que esté acostumbrado a llevar algo ligero como un pañuelo al cuello. En el primer caso, por su bienestar tendrás que aguantarte y en la segunda opción puedes optar por un collar ad hoc, como un pañuelo de calabazas o una guirnalda al cuello, incluso una diadema o gorrito, si se deja. Que tu perro permita ponerle de todo no significa incomodarlo con algo con lo que no ve, le aprieta o se tropieza.
Toma esto en cuenta:
Tu mascota es primero. Si llegan a tu casa a visitarte o a pedir dulces, protégela, bríndale la atención que necesita y cuídala.
No a los disfraces tipo fantasma. Esto debido a que no podrá ver correctamente y puede tropezarse.
Señal de que no le gusta el disfraz. Si tu mascota intenta quitarse lo que le has puesto o directamente muerde la prenda, te está diciendo a gritos que, por favor, se lo quites, que no está cómodo.
Hay perros que no toleran los disfraces o que se les ponga algo encima (¡ni un pañuelo en el cuello!) y otros que les da exactamente igual llevar puesto un jersey perruno o algún accesorio. Si al colocarle a tu perro un adorno de Halloween como un sombrero o una diadema, baja la cabeza es que no se siente bien, está estresado o asustado. No lo fuerces.
Asegúrate que el disfraz no esté muy ajustado. Sobre todo, en la parte del cuello pues podría asfixiarle. Mejor optar por prendas holgadas.
Consigue un disfraz de su talla. Busca uno que sea exactamente de su medida para asegurarte que vea bien y puede andar normalmente. La prenda no debería llevar ningún elemento que cuelgue o sobresalga, ya que podría asustarle. También asegúrate que no sea de lana, ya que se le podría meter pelusas en los ojos y la nariz y molestarle.
No arriesgues a tu mascota. Esto es importante y ocurre de la misma forma que si se tratara de un niño pequeño. Nunca ponerle disfraces que lleven pequeños elementos como botones, pedrería o algún enganche pues podrían jugarle una mala pasada. El perro puede morder estos detalles y atragantarse con ellos.
Fuente: Delooks