El planeta tierra sufre de una terrible enfermedad, que está quemando los bosques de El Petén, contamina con aceite el río La Pasión, volvió un pantano el lago de Amatitlán y está matando a nuestros animales, la enfermedad se llama “el ser humano”.
Hoy es el día de la madre tierra y su origen data de finales de los locos años 60´s.
El senador estadounidense del estado de Wisconsin Gaylord Nelson fue testigo de un terrible derrame de petróleo en Santa Bárbara California en 1969 (100 mil barriles) el cual causó daños irreparables en el ecosistema del lugar (3 mil 500 aves, delfines, focas y leones marinos murieron) e inspirado en las protestas contra la guerra en Viet Nam decidió utilizar el ímpetu y la energía de esa generación para crear conciencia sobre la contaminación del aire y el agua e impulsar una agenda de políticas nacionales de protección ambiental.
El 22 de abril de 1970, veinte millones de americanos tomaron las calles, avenidas y parques para protestar por el avanzado deterioro del medio ambiente.
Ya pasaron 47 años y las malas noticias en vez de haber disminuido han aumentado y el calentamiento global tiene todas las alertas en rojo donde la preocupación incluso ha hecho que muchos países hayan endurecido su legislación en pro de la protección de la naturaleza.
Guatemala es un país de una gran riqueza natural y debemos poner nuestra mano en la conciencia y tomar este tema muy en serio para actuar, no pensar en lo que ya se ha hecho sino en todo lo que nos queda por hacer en favor de nuestro medio ambiente.
Terminar con los incendios forestales en varios puntos de nuestra Guatemala, los derrames de aceite y químicos en los ríos, la tala inmisericorde de nuestros bosques y la explotación y venta de nuestra fauna deben ser una prioridad para todos y este día de la Tierra debe ser un importante recordatorio sobre lo que está pasando en nuestro planeta y estar conscientes que no es tiempo de celebrar, es tiempo de actuar.