Una carrera prominente en publicidad era solo uno de sus sueños. Tras ganar premios en Francia, Estados Unidos, Argentina e Inglaterra, sintió que faltaba algo más. Y se acordó del sueño que albergaba desde pequeño: ser un artista plástico.
Fue así como Jonás de León empacó sus cosas y se mudó a su natal Quetzaltenango, para iniciar su nueva carrera en arte. Buscó el arte por todas partes, estudió en la Escuela de Arte Humberto Garavito, fue aceptado en ADADO (Asociación de Artistas de Occidente); fundó el Centro Cultural Camaleón, que construyó con materiales vintage de la casa de su infancia, como homenaje a sus abuelos y a sus padres.
Exponer en el extranjero se hizo realidad, ser internacional siempre fue lo suyo. Expuso en Puebla, México y después en El Salvador. Tras aplicar para The Other Art Fair, de la prestigiosa Saatchi Gallery, en Los Ángeles, California, fue el único guatemalteco seleccionado para participar entre artistas de todo el mundo. La exposición fue en The Reef, donde cientos de personas apreciaron los colores de su arte, el cual, ante todo, tiene una sensación de brillantez y novedad que no escapan a nadie. Sus temas son muy folclóricos y altamente conceptuales, que tratan sobre la vida, la muerte y el consumismo.
