¿Quién tira la primera piedra? imagen

A la menor equivocación todos parecen estar listos para arrojar la primera piedra para derribar al que se les ponga en frente.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Para mí, los Oscar han sido un referente de poner los ojos sobre una selección de películas, que según el criterio de los “especialistas” valía la pena ver. Sin embargo, con el tiempo, tanto las cintas como la ceremonia empezaron a ser un medio para comunicar un mensaje y se perdió ese valor del cine como tal. Aclaro, no soy una especialista en la materia, opino como una persona común y silvestre.

No niego que en su momento disfruté mucho de propuestas interesantes que la Academia hacía cuando lanzaba la lista de las películas nominadas. Hubo un tiempo que con una compañera de trabajo extraíamos la página del periódico para ir marcando las que íbamos viendo. Obvio el reto era ver la mayor cantidad posible y apostar por nuestras favoritas previo a la ceremonia.

Me parece que de unos años para acá el evento y su propuesta perdió popularidad. Noté el domingo que poca gente estaba enfocada hasta qué estalló escándalo de Will Smith con Chris Rock.

Creo que la mayoría se enteró cuando el suceso se convirtió en tendencia en las redes sociales y desfilaron los memes y todas las opiniones al respecto. Gracias a la tecnología ahora las cosas trascienden y se quedan ahí, colgadas en la internet por muchos años. Sin duda, las siguientes ceremonias habrá alguien que aluda a este evento del 2022 y los actores involucrados tengan ese “tag” que nos regrese a este episodio.

Creo oportuno aclarar que, siendo Hollywood la industria que inventa cualquier mundo y hace de una historia algo fantaseosamente real, nunca sabremos si el golpe y reproche fue parte en un guion escrito por alguien más o fue algo verdaderamente orgánico.

En contexto, Jada Pinkett Smith es la esposa de Will, la mujer que provocó revuelo en las redes sociales después de admitir en una entrevista su infidelidad frente al esposo y luego ambos reconocieron que esa dinámica era parte de la relación abierta que sostienen.

Jada luce calva, producto de la alopecia que padece, y eso fue el foco de un par de desatinados comentarios de parte del conductor de la gala que provocaron que Smith se pusiera de pie y le propiciara un golpe en el rostro, además le gritara “Mantén el nombre de mi mujer fuera de tu #¿)¢?) boca” ante la mirada atónita de la crema y nata del cine, más la audiencia digital.

Noche de ceremonia memorable

Al final, Will Smith se refirió al hecho y presentó su justificación cuando pasó al escenario a recibir el Oscar como Mejor protagonista, en sus cuentas también amplió sus disculpas y su postura.

¿Acaso no es eso lo que hemos hecho ante las críticas de la suegra, de la vecina o de alguien más de la familia? Y aunque podemos defendernos nosotras es increíble que alguien lo haga. Como yo no tengo esas posturas feministas que llenan de autosuficiencia, no tengo ningún problema en admitir que me encanta que un hombre –no un hombre cualquiera, sino es esposo– se levante a exigir respeto para la persona con la que comparte su vida.

Este incidente generó tres posturas interesantes. Primera, la de las mujeres que consideran que Jada no necesita un hombre que la defienda, ella pudo haberlo hecho mejor. Segundo, el que considera a Will Smith como tóxico y tercero, aquellos que ven al conductor como quien se sobrepasó con sus burlas.

Y dado que este espacio es para propiciar la comunicación con las mujeres, me voy a referir a la primera postura. ¿Necesitamos las mujeres que alguien nos defienda? ¿Es un signo de machismo que un esposo salga a defenderla? ¿Qué alguien nos defienda significa que somos débiles?

En el pequeño video que circula en redes sociales, se puede observar la molestia de Jeda ante el “chiste”, permanece “correctamente” sentada sin hacer nada, quizás porque está a acostumbrada a la crítica o la chiste. Sí, con frecuencia nos acostumbramos a mantener la postura para evitar confrontaciones, para disimular que nos duele o incomoda. Optamos por hacernos las locas y pasar la página.

El silencio de Will quizás hubiera provocado que el comentario se sumara a otras carcajadas y pasara desapercibido, pero reconozcamos que la indiferencia también es un mal que le ha hecho mucho daño a nuestra sociedad.  

¿Debió abstenerse de la bofetada? Quizás, pero también es cierto que la ira nos impulsa a hacer cosas salvajes y aunque no justifico la violencia, admiro que haya sacrificado tanto en tan poco.

Es cierto que en estas situaciones nadie nos pide nuestra opinión y exteriorizarla no cambiará las circunstancias, pero creo que reflexionar sobre las posturas nos puede ayudar a tener más claro el panorama en el que cada uno se desenvuelve.

“No me juzguen por mi pasado, ya no vivo allí”

Tara Sim.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte