La F1 es un deporte que no llama la atención de muchas personas como el fútbol, el béisbol o el básquet, sin embargo, es una disciplina que deja muchas lecciones de vida, pues va más allá de una carrera llena de velocidad, carros con motores millonarios y ruidosos.
Hace unas semanas finalizó la temporada de Fórmula 1, con grandes sorpresas en los últimos segundos –literalmente– que determinaron quién era el campeón de este 2021 y lamentablemente no ratificó al favorito (mi favorito).
Lewis Hamilton quien estuvo a menos de 8 segundos de ganar su octavo premio mundial y lo perdió por un error de estrategia o de planteamiento, no sé… Lo cierto es que un Max Verstappen nos aguadó la fiesta.
Pero esta carrera me hizo pensar cómo, en cualquier momento podemos perder todo aquello por lo que hemos trabajado durante todo el año y postergar la celebración indefinidamente.
Veamos ejemplos lejos de esas lujosas pistas de la Fórmula 1 y enfoquémonos en la U, cuando hay un parcial y simplemente no le dedicamos el tiempo adecuado a repasar o estudiar lo que corresponde, el resultado nos deja frías.
Qué tal una entrevista de trabajo que corona un largo proceso de selección. Asumimos que nuestra experiencia nos hace la candidata ideal y pasamos por alto investigar la categoría de la empresa interesada y la conversación termina reflejando nuestra falta de preparación y en un dos por tres se desvanecen las posibilidades de quedarnos con ese empleo.
Un proyecto también se puede malograr en el último momento cuando perdemos de vista los detalles y entregamos todo a medias.
En el plano familiar también podemos perder todo lo que hemos construido cuando borramos de vista lo más importante, motivamos por el instante guardamos la argolla matrimonial para tener una aventura que termina pasando factura en el corazón de los hijos, el esposo y toda la familia.
La traición a una amiga también es algo que puede darse en situaciones que creemos tener controladas.
Parece que el ejemplo de la carrera aplica para todas las áreas de la vida ¿Has vivido una situación de este tipo? Creo que pasar por estos amargos episodios es parte de la vida cotidiana cuando nos dejamos influenciar por las circunstancias o el mal consejo de alguien cercano.
Y lo importante no es quedarnos ahí a escasos pasos de la meta, sino seguir adelante para enmendar lo que corresponda. El día de la carrera el mismo Hamilton nos regaló otra lección a quienes estábamos despotricando ante las circunstancias, se acercó a felicitar al ganador… Uff la humildad es algo que deberíamos atesorar para que podamos tener un corazón sano que nos permita hacer un honesto balance de la temporada.
Si el año 2021 se salió de las manos o simplemente nos dejó fuera del lugar que visualizamos, debemos reflexionar para encontrar qué podemos mejorar. Si no nos ponemos de frente al reconocimiento de los daños será difícil avanzar, así que antes de gritar a la par de El Buki: “otro año ya se ha ido cuántas cosas han pasado. Algo hemos aprendido y algo hemos olvidado” ????????
Por supuesto que toca lidiar con las circunstancias que escaparon de tus manos. Si te preparaste, estudiaste y cuidaste los detalles entonces no nada qué reprochar ¡ese trabajo o esa oportunidad no era para ti! Por difícil que sea asimilar esos resultados debes creer que algo mejor va a llegar.
Eso también aplica para la parte emocional. Si la traición la sufriste tú, perdona y toma la decisión de continuar con la relación o pasar la página.
Lo que no se vale es quedarte lamentando, haciéndote la víctima o culpando a otros pues esa actitud no te llevará a ningún lado nuevo este 2022.
Cierra con broche de oro este año, sácale jugo a lo que queda de él y prepárate para un año 2022 con nuevas acciones, nuevas decisiones y grandes metas.
El que tiene que ser diferente eres tú, no el año.
Mafalda.