Lutero en las escuelas guatemaltecas del siglo XIX imagen

El peso que las iglesias han tenido en las relaciones sociales del país y que en gran medida han sido parte de las causales del estado en que nos encontramos.

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Se cumplirán 500 años del inicio de la reforma protestante en Alemania por la oposición de Lutero frente a la venta de indulgencias que la iglesia católica realizaba en Wittenberg, al igual que en el resto de Europa. La indignación de Lutero hacia la venta del acceso al Cielo después de la muerte se convertiría en la división de la iglesia, pero más importante aun, fortalecería el espíritu de la modernidad en Occidente. El replanteamiento de la relación entre la iglesia, el individuo y Dios tendría efectos en términos del peso que adquiriría el individuo como sujeto jurídico, político y económico.

La transformación de la reforma protestante tuvo efectos que superaron los ámbitos religiosos, entre ellos, las nuevas relaciones económicas en el mundo capitalista. Esta dinámica incluso llevó al propio Carlos Marx en sus escritos de juventud a considerar que una de las condiciones esenciales para llevar a cabo una auténtica revolución debía pasar por la crítica de la economía política de la religión.

A pesar de que en Guatemala se reconoce que las iglesias evangélicas tienen presencia a partir de la Reforma Liberal –con el reconocimiento del derecho a la libertad de religión en 1873–, en realidad el sistema educativo guatemalteco inició una transformación educativa durante el régimen federal con el desarrollo de la pedagogía luterana desde 1836. El texto que utilizaron los maestros de escuelas como San Casiano y San José Calazans bajo la conducción de sacerdotes se titulaba El Manual del Institutor Primario, en el cual solo se hacía alusión a su traductor, el joven José Miguel Saravia. Este libro fue escrito originalmente en francés, cinco años antes, por lo que su traducción era muy reciente.

Los líderes políticos de la época, al igual que otros en períodos de cambio, se preocupaban por instaurar nuevos sistemas de aprendizaje que favorecieran la consolidación de las reformas. Por ello era urgente contar con textos nuevos que siguieran los principios establecidos por la Revolución Francesa. En Guatemala, el Manual estaba dividido en cuatro partes que contenían la parte filosófica, la parte de la instrucción y el currículo, la organización de las escuelas y de las funciones de los maestros. Sin embargo, lo que se dejó a propósito sin traducir fueron el prefacio y dos capítulos, como se puede comprobar al contrastar el texto original con el traducido. Las razones obedecieron a que el autor –Adam Mæder– era un pastor luterano, quien en el prefacio consideraba la necesidad de unir las ideas de la Ilustración con las creencias religiosas de la iglesia protestante. Uno de los capítulos suprimidos fue la historia de las ideas pedagógicas, en el cual se presupone que el período supremo de la educación y de la emancipación intelectual lo constituía la construcción de la pedagogía basada en la crítica religiosa y empírica a Rousseau, Pestalozzi y otros pedagogos de la época. El otro capítulo que no se tradujo hacía alusión a los recursos didácticos, por incluir textos que, en su mayoría, eran utilizados en las escuelas protestantes.

Este texto también criticaba a las escuelas lancasterianas, promovidas por la iglesia anglicana de Inglaterra. En ese entonces existía un mayor interés por la utilización del método lancasteriano, que se aplicó en el país en 1831. El currículo en el Manual y en las escuelas lancasterianas incorporaba la clase de religión, por lo que la iglesia católica estaba obviamente interesada en seguir controlando la educación que hasta ese entonces había estado bajo su responsabilidad de forma exclusiva. El Manual, en términos pedagógicos, recogía los principales desarrollos a nivel mundial, pero al igual que la mayoría de reformas educativas tuvo escasos efectos prácticos.

Más allá de lo anecdotario del Manual o de las celebraciones religiosas en el marco de los 500 años de la reforma protestante, deberían promoverse programas de investigación acerca del desarrollo de las religiones, particularmente de la religión cristiana en sus distintas denominaciones. Esto por el peso que las iglesias han tenido en las relaciones sociales del país y que en gran medida han sido parte de las causales del estado en que nos encontramos.

BLOG DANZA CÓSMICA: POR BIENVENIDO ARGUETA




Doctor en Educación y Estudios Culturales por la Universidad de Ohio, EEUU. Licenciado en Filosofía por la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), miembro de Instituto de Investigaciones Educativas de la USAC, profesor de área de Políticas Públicas de la Universidad Rafael Landívar y ex Ministro de Educación.

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