El gremio médico no necesita mártires, necesita un Estado que les proteja imagen

Resulta ofensivo que el Gobierno publique una esquela donde lamenta la pérdida de Óscar Hernández. Los médicos no necesitan reconocimientos post mortem, necesitan insumos y salarios dignos.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Óscar Hernández, el médico que estuvo en primera línea en el “hospital de campaña” instalado en el Parque de la Industria, es otra víctima más del sistema, de la precariedad, de la carencia de insumos de protección y de la indiferencia de un Estado que le da la espalda al personal médico que con valentía decidió intentar salvar vidas, aunque la propia peligre.

Ahora, Óscar Hernández es recordado como un héroe, como alguien que atravesó la línea de fuego desarmado, pero basta de romanticismos, estos no mitigarán el dolor de su esposa e hijos.

La figura de héroe no devuelve la vida a Óscar, tampoco sustituirá la ausencia de él en la nochebuena, ni en los paseos dominicales, mucho menos ayudará a pagar las cuentas de cada fin de mes.

Ya no pienso en Óscar, pienso en su familia y viene a mí la imagen de él abrazado con su esposa e hijos, quienes ahora deberán de crecer sin su padre, circunstancia que les acompañará de forma vitalicia y que cambiará sus vidas para siempre desde diferentes perspectivas.

El Gobierno ha desoído a los médicos desde el inicio de la crisis. El 8 de abril publiqué en este espacio dos cartas suscritas por los profesionales de la medicina en las que pedían insumos de protección y otras medidas de mitigación para enfrentar la pandemia con menor riesgo.

Los facultativos fueron ignorados. El 26 de mayo circula una nueva misiva, suscrita por el director del Hospital San Juan de Dios, en la que insiste en la necesidad de agilizar la compra de insumos de protección, entre otras cosas.

Óscar Hernández había denunciado la precariedad con la que enfrentaban en primera línea a este virus y la falta de pagos a consecuencia de una burocracia selectiva que me avergüenza.

Él y otros 9 galenos han ofrendado su vida, lucharon en condiciones adversas y confiaron en un Estado que les dio la espalda. No habrá cacerolazo que le devuelva la vida a estos médicos que no necesitan hipócritas esquelas, ni romanticismos de héroes y mártires, necesitan de un Estado que les proteja, que les provea de insumos, salarios dignos y lo que haga falta para que puedan enfrentar la peor pandemia del siglo XXI, necesitan ser escuchados, en cambio se les da la espalda y se les deja en soledad. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte