Ese día Joel llegó tarde a su casa, como usualmente ocurría desde hacía unas semanas. Todo iba bien. Al igual que en ocasiones anteriores, su esposa y sus pequeñas hijas ya estarían dormidas.
Joel era un maestro del sigilo. Contuvo la respiración, y sujetando firmemente el picaporte de la puerta de su casa, lo giró lentamente haciendo presión hacia arriba para evitar que esa puerta vieja rechinara.
Luego de dejar su maletín en la sala, se dirigió a la cocina, ya oscura, para tomar un vaso de agua.
Encendió la luz, y un escalofrío recorrió su espalda al escuchar la voz de su esposa en el comedor, junto a la cocina.
“¡Me asustaste!” se escuchó decir a Joel, mientras esbozaba una sonrisa nerviosa. Inmediatamente Claudia, su esposa, le preguntó “¿Dónde estabas?”
Luego de un silencio incómodo, Joel se llevó la mano al cuello y tomando una posición rígida, dirigió una mirada firme a Claudia, tratando de no parpadear.
“Estaba en la oficina. Estaba trabajando en la… tenía que entregar un informe urgente que solicitó mi jefe.” Dijo Joel, tratando de fabricar una historia que tuviera coherencia, mientras trataba de mantener la vista clavada en los ojos de su esposa.
Sin darse cuenta, Joel cruza los brazos, intentando secar el sudor que sentía en las manos.
Las sospechas de Claudia crecían con los signos corporales que Joel mostraba mientras trataba de explicar su llegada tardía.
Joel estaba saliendo con una amiga del trabajo. Todo empezó con una relación laboral que evolucionó hacia una amistad más íntima, hasta que se vio enredado en una relación que si bien le emocionaba, también le incomodaba.
¿Por qué mentimos tanto?
Algunos psicólogos argumentan que una mentira está construida por dos fases: una persona debe crear la mentira, pero también retener la verdad.
Mediante mediciones cerebrales con equipo de Imágenes de Resonancia Magnética funcional (fMRI por sus siglas en inglés), los científicos han detectado que el área del cerebro que presenta mayor actividad es la corteza prefrontal.
La corteza prefrontal, que se encuentra justo en el área de la frente, es la colección de regiones responsables del control ejecutivo (la habilidad de regular pensamientos o acciones para alcanzar metas).
El control ejecutivo incluye procesos mentales como la capacidad de
– Planear
– Resolver problemas y
– Atención
Todos estos son aspectos que intervienen en la construcción de una mentira.
3 hechos curiosos que ocurren en nuestro cerebro cuando mentimos
Si bien todos mentimos, algunas personas llegan a dominar el arte de la mentira. Estos son 3 cosas que le ocurren a una persona cuando miente:
1. Cuando una persona miente, experimenta un nivel de culpabilidad. En algunos casos, este sentimiento es inmediato y pasajero, y en otros, es un efecto a largo plazo.
2. La mentira requiere que nuestro cerebro trabaje más fuerte que la verdad, por lo que después de algún tiempo de cuestionamiento, la mentira puede llegar a ser mentalmente agotadora.
3. La mentira es como una habilidad manual. Para alguien que miente mucho, la carga cognitiva, es decir, el esfuerzo mental para hacerlo, va disminuyendo progresivamente. En otras palabras, mientras más mentimos, más fácil nos resulta. Esto causa un ciclo vicioso: mientras más lo hacemos, más fácil nos resulta, y mientras más fácil nos resulta, más lo hacemos, incluso inconscientemente.
Si bien la tecnología está avanzando para detectar a nivel cerebral una mentira, la persona que miente también desarrolla una habilidad para mentir sin ser detectado, sin que le suden las manos.