¿Déficit de atención e hiperactividad o falta de sueño? imagen

Los trastornos del sueño son un factor común en adultos y niños que tienen trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

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Tenia 6 meses de haber empezado a trabajar en el laboratorio de sueño y neurobiología funcional del INTA de la Universidad de Chile, donde tuve la oportunidad de realizar mi tesis de post grado. Nunca voy a olvidar estar sentada frente a una pantalla, observando los registros de sueño de niños preescolares y corrigiendo cada latido de su corazón….interminable. Recuerdo lo que se me dificultaba cumplir plazos de entrega, concentrarme en una tarea concreta, afectando así mi productividad. Fue en esa misma época donde hablando con una de mis mentoras que es neuróloga, mencionó algo que siempre había sospechado y era que presentaba muchas características de una persona con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Diferente a lo que se cree, este trastorno que es más común en la infancia y la adolescencia, puede persistir en más del 50% de los casos al llegar a la adultez. El diagnóstico del TDAH es complejo, ya que se debe descartar otras enfermedades o encontrar la causa. A raíz de esto, la doctora me hizo hacer un análisis de factores sociales o ambientales que podrían influir e incluso exacerbar mis síntomas. Me advirtió que independientemente a recetarme un medicamento o no, debía considerar dos medidas: 1) tomar melatonina (suplemento que tiene un papel en conciliar el sueño, ya que sabia que yo tenia problemas para quedarme dormida y 2) me debía meter a mi cama a las 9 pm para dormirme a las 9:30 pm EN PUNTO, algo casi imposible para mi y más en ese tiempo que me adapté al horario chileno donde dormirse antes de las 11 pm era solo realista para los niños. ¿Pero era quizás eso el origen de mi dificultad para cumplir con mis metas? ¿Qué relación existía entre mis hábitos para dormir y mi falta de concentración?

Síntomas del TDAH

Aparecen desde temprana edad y pueden llegar a disminuir con el tiempo. Entre los síntomas se puede mencionar:

  • Problemas para concentrarse o permanecer en una tarea
  • A menudo sueñan despierto
  • Aparentan no escuchar
  • Dificultad para seguir instrucciones o terminar tareas
  • Perder u olvidar cosas fácilmente
  • Problemas para organizar tareas y actividades
  • Frecuentemente inquieto
  • Hablando excesivamente
  • Ser impaciente e irritarse fácilmente

En el caso de los adultos los síntomas que se relacionan mas con ser inquietos e hiperactivos son menos evidentes y prevalecen más los relacionados con la atención.

Al igual que el huevo y la gallina ¿qué vino primero: el TDAH o el problema de sueño?

Los trastornos del sueño son un factor común en adultos y niños que tienen TDAH. Los investigadores desconocen exactamente el por qué se dan estos fenómenos de la mano. Una posibilidad es que los mismo síntomas del TDAH hace que el dormirse sea una tarea más y por lo mismo es difícil calmarse y enfocarse en que es momento de dormir. Esto como resultado provoca que la persona no tenga un sueño nocturno adecuado, tanto en cantidad y calidad, que a su vez acentúan los síntomas a la mañana siguiente. En el caso de los niños, una déficit de horas de sueño generalmente lo vuelve más hiperactivo. Por otro lado los adultos se sienten más fatigados, carecen de energía y les es más difícil concentrarse.

En personas diagnosticadas con TDAH los trastornos del sueño más comunes incluyen insomnio, síndrome de las piernas inquietas y apnea del sueño. Es fundamental tratar cualquier trastorno del sueño preexistente, ya que a su vez de ellos derivan otros problemas como diabetes, obesidad y depresión por mencionar algunos.

Es fundamental que si hay sospecha de que una persona tenga TDAH, se investigue bien la posible existencia de un trastorno del sueño, factores psicológicos o ambientales que pudieran estar influyendo sobre los síntomas pues de esto va a depender el tratamiento. 

Productividad, sueño y TDAH

De todas las variables que pueden influir sobre la productividad, resalta la falta del sueño o el dormir de forma inadecuada. El dormir bien es fundamental para la habilidad cerebral de aprender y recordar, concentrarse y estar de buen humor. La falta crónica de sueño hace que al cerebro se le dificulte “grabar” un conocimiento nuevo y será más complicado que encuentre el archivo de algo que ya registró/ guardo en el pasado. Esto provoca que realizar una tarea sea más difícil pues se tiene que hacer un esfuerzo extra por encontrar dicha información.

Los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas, mientras que los menores necesitan entre 9 y 12 horas diarias, dependiendo su edad exacta. El dormir no es un ladrón de tiempo, es una necesidad y junto a la actividad física y una buena alimentación, son la clave para optimizar nuestra vida y alcanzar nuestro máximo potencia. 

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