De la mente al cuerpo, la afectación del COVID-19 imagen

Reducir la ansiedad, enfrentar la crisis informados y de manera tranquila puede hacer la diferencia, sostienen los expertos.

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Las secuelas de la pandemia por el COVD-19 comienzan a presentarse. La millonaria cifra de muertos y contagiados a nivel mundial, podría ser baja si se compara con lo que expertos consideran que se viene. Y es que las medidas para detener la propagación del virus, han traído secuelas que impactarán en la salud mental de millones de personas en los próximos meses.

“Todas las personas que necesitan apoyo de salud mental deben sentirse cómodas pidiendo ayuda. Nadie debería sufrir solo y sin apoyo profesional, especialmente ahora”, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

De acuerdo con el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), la factura que dejarán las medidas de contención del COVID-19 pueden ser fatales.  Sentirnos aislados, incremento del estrés y los niveles de ansiedad son algunas de las reacciones que nos deja esta pandemia. Según el sitio de la CDC, el incremento del nivel de estrés puede generarnos sentimientos de temor, enojo, tristeza, preocupación y frustración.

Además, estos pueden incidir en la salud física de las personas, ya que generan dificultad para dormir y pesadillas. A esto se le suman dolores de cabeza, corporales, estomacales y el agravamiento de los problemas de salud crónicos, enfatiza la CDC. Peor aún, asegura, es el incremento en la ingesta de alcohol y tabaco para calmar la ansiedad, la cual trae problemas más serios para el bienestar de las personas.

Y son estos sentimientos de angustia y temor, los que muchos expertos consideran que han afectado también la salud de las personas. En su pagina oficial, el gobierno del Estado de Nueva York, realizó una publicación donde aclara algunos puntos y ofrece información sobre la ansiedad y el COVID-19 y como no caer presa de estos sentimientos.

 Según el documento, una de las preguntas más comunes es: ¿Mi dificultad para respirar se debe a la ansiedad, un ataque de pánico o a la COVID-19? Para aclarar el tema, la publicación propone que los afectados se hagan los siguientes cuestionamientos:

  • ¿He tenido síntomas similares en el pasado? Si tiene antecedentes de ansiedad u otros miedos, o antecedentes específicos de ataques de pánico anteriores, es posible que eso sea lo que tiene actualmente.
  • ¿Mis síntomas mejoran en un plazo de 10 a 15 minutos? Por lo general, los ataques de pánico alcanzan su mayor intensidad en aproximadamente 10 minutos; después los síntomas comienzan a disminuir. La dificultad para respirar relacionada con la COVID-19 no suele mejorar en un periodo de tiempo breve.
  • ¿Mis síntomas mejoran usando técnicas de relajación? Por lo general, la ansiedad y los ataques de pánico responden bien a las técnicas de relajación, tales como respirar profundo o meditar, o a otras actividades que pueden ayudar a las personas a calmarse. La dificultad para respirar relacionada con la COVID-19 no suele mejorar usando técnicas de relajación.
  • ¿Tengo dificultad para respirar además de otros síntomas, tales como fiebre, tos o dolor de garganta? Si su respuesta es afirmativa, es posible que tenga síntomas de la COVID-19. Las personas con COVID-19 suelen presentar otros síntomas, como tos, fiebre, escalofríos, dolor muscular, dolor de garganta, pérdida nueva del gusto u olfato, o síntomas gastrointestinales, como diarrea, náuseas y vómitos. Para obtener más información, visite nyc.gov/health/coronavirus.

Y para quienes viven con la angustia de contraer el Coronavirus, el catedrático de Microbiología y director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, José María Eiros hace las siguientes reflexiones para calmar la ansiedad. Los coronavirus causan habitualmente enfermedades leves, es común que en el sistema de salud se diagnostiquen estos y que causen enfermedades respiratorias, las cuales generalmente son leves.

Además, sostiene que en las dos ultimas décadas los profesionales de la salud han acumulado conocimientos por la aparición de nuevos agentes víricos. En 2002, el SARS fue un nuevo coronavirus que se origino en China y en 2012 apareció el Síndrome Respiratorio por Coronavirus de Oriente Medio, originado por el agente zoonótico (MERS-CoV). En el siglo XXI aparecieron otros virus como el de la gripe aviar (AH1N1) y otros linajes del virus de la gripe B.

Reducir la ansiedad, enfrentar la crisis informados y de manera tranquila puede hacer la diferencia, sostienen los expertos. La CDC recomienda las siguientes acciones, cuando alguien es diagnosticado con COVID-19:


Quédese en casa, excepto para conseguir atención médica
Manténgase alejado de otras personas
Vigile sus síntomasNo entre en pánico

Busque ayuda médica cuando:

Tenga dificultad para respirar

Dolor o presión en el pecho

Confusión

Incapacidad de despertarse o permanecer despierto

*Esta lista no incluye todos los síntomas posibles, para más información llame a su proveedor de servicios médicos.

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