El COVID-19 no da tregua alguna y la irresponsabilidad de miles de personas está permitiendo la propagación del virus. El Ministerio de Pública y Asistencia Social (MSPAS) actualizó los datos de Guatemala e indicaron que para el pasado viernes 25 de diciembre se confirmaron 91 nuevos casos.
Según el tablero electrónico del Ministerio de Salud se hicieron 398 tamizajes y se lamentaron 6 fallecidos. Sin embargo, estos datos no parecen cuadrar con las alarmas en el mundo y con las camas de los hospitales públicos y privados, llenas por casos de coronavirus.
Hasta el momento de creación de esta nota, sábado 26 de diciembre se reportan como cifras totales:
6 mil 515 casos activos estimados.
135 mil 171 casos acumulados registrados.
123 mil 893 casos recuperados estimados.
4 mil 763 casos fallecidos registrados.
801.8 incidencia acumulada por cada 100 mil habitantes.
28.3 tasa de mortalidad por cada 100 mil habitantes.
3.5 por ciento de letalidad.
El Ministerio de Salud considera que en los próximos días aumentará el número de casos, debido a que la población ha relajado las medidas de prevención por las celebraciones de fin de año.
En cadena nacional y a través de todas sus redes sociales, las autoridades han hecho diversos llamados a evitar las reuniones familiares durante esta época. Sin embargo, la población se ha concentrado en las fiestas hasta casi olvidar el distanciamiento social y el uso de la mascarilla.
La ministra de Salud, Amelia Flores, recomendó ser consistentes en el uso de mascarillas y quitárselas solo para comer. Además del llamado a la población en general para abstenerse de participar en fiestas o reuniones durante el fin de año, debido a que la crisis sanitaria todavía sigue activa.
El director de la aún existente Coprecovid, Dr. Edwin Asturias, indicó que los casos de contagio y la positividad del virus está en aumento, al 21.8 por ciento en Guatemala. Pidió que no se visiten familiares en estas fiestas para evitar una escalada mayor.
Situación mundial
Mientras en Guatemala parecen ponerse en pausa las medidas extremas para prevenir el contagio, el viejo continente se ve flagelado nuevamente por nuevas oleadas de contagios y la aparición de una nueva cepa del virus en adultos y una más en niños.
El virus está lejos de ser controlado y es el peor momento para relajar medidas.
La mutación del virus ha perfeccionado su capacidad de sobrevivir y lo ha vuelto mucho más contagioso. La cepa de este virus mutado se ubicó en el Reino Unido y preocupa a los epidemiólogos del mundo entero.
Como medida países como Alemania, Francia, Italia, Irlanda, los Países Bajos y Austria a suspendieron los vuelos desde territorio británico, sin embargo parece haberse tomado tarde, pues ya se ha reconocido la misma cepa en Japón, Dinamarca, España, los Países Bajos, Australia, Brasil y Sudáfrica.