Cientos de periodistas guatemaltecos denuncian un hecho de violencia que demuestra, una vez más, los peligros de informar. Un periodista ha sido herido esta tarde y los Medios de Comunicación levantan la voz para que el hecho no quede impune.
Esos ciudadanos comunes, que tocan dineros ajenos y se elevan a la categoría de Dioses, lo hacen todo para callar a quienes se atreven a manchar su “buen nombre”.
Al tomar la profesión y aceptar la vocación, ningún periodista imagina que el mismo trabajo lo pueda llevar a protagonizar el titular de una nota roja. Esto le ocurrió al joven periodista y emprendedor Alexander Yalibath que perdió la vida en el río Lanquín, Alta Verapaz.
Definitivamente, este tipo de acciones representan un retroceso y nos acercan un poco a esa macabra época.
Aunque la funcionaria pública no es periodista, sí acudió a la Defensoría de Periodistas.
Su enfermedad empeoró, por lo cual sus compañeros se organizan por medio de una campaña, para apoyarla económicamente.
Era periodista del noticiero de televisión por cable TLCOM.