Hace algunas semanas salí de casa rumbo a un país diferente. La ilusión de llevar a mi Guate a otro mundo fue tanta que hasta quise empacar frijoles en la maleta. Creí que todas esas nuevas caras que estaba a punto de conocer me lanzarían preguntas sobre mi tierra, porque tenemos tantas cosas que contar.
“Vengo de Guatemala, ¿conoces?”, dije con luz en mi ojos y en repetidas ocasiones me respondieron: “Lo he escuchado, queda por México ¿no?”.
Entonces entendí que Guatemala no es un país conocido y que los únicos referentes que nos identifican son por nuestra cercanía al país mexicano o bien porque pertenecemos al bloque de Centroamérica.
Algunos pocos se atrevían a realizar una segunda pregunta, que por muchas razones fue vergonzoso. “¿Guatemala no es el país en donde el Presidente es un comediante?”, preguntaban.
En esos breves momentos que tenía para pensar mi respuesta, analizaba cuánto más daño le hacía a mi país si mi respuesta hubiera sido un “sí, tenemos un Presidente que hacía comedia”.
Entonces, opté por responder algo que realmente le aporte personalidad e identidad a Guatemala, y esto fue lo que dije (más o menos):
“Más bien, somos el país que se unió para decir basta ya a la corrupción y abusos por parte de los políticos deshonestos. Gracias a una serie de manifestaciones pacíficas nuestro anterior Presidente y Vicepresidenta presentaron su renuncia. Ese comediante que tú dices, es fruto del descontento de los guatemaltecos con la forma en que operaba la política en el país. Y sí, tenemos un Presidente que trabajó como cómico, pero lo que realmente tienes que saber de Guatemala es que las decisiones las tomamos nosotros”.
De pronto, en la conversación, dijo una hondureña “es cierto, no me recordaba de eso, en nuestro país los admiramos bastante porque realmente lograron un cambio importante”. Entonces me sentí orgullosa de Guatemala y entendí que su imagen la construimos todos hasta en la cosas más pequeñas.
También reconozco que muchas otras veces respondí “sí, ese es nuestro Presidente, un comediante” y dejé que esa persona que lo había preguntado se llevara una mala imagen de Guatemala.