Cada octubre, en Comunidad Gatuna publicamos un comunicado para proteger a los gatos blancos y negros. Nos gustaría poder decir que es un mito, pero recibimos solicitudes extrañas de adopción en esta época, también nos hemos topado personalmente con indicios de crueldad animal extrema, cadáveres felinos en condiciones que no podemos detallar, pero que nos indignan y horrorizan.
El problema sigue siendo real, ¿pero de dónde proviene?
Por su agilidad, hábitos nocturnos y ojos, el gato se asocia con lo oculto, lo espiritual y mágico. Los gatos se llegan a domesticar por primera vez en el antiguo Egipto, como animales guardianes sagrados, asociados a la fertilidad y la belleza -irónicamente su belleza generó mucha crueldad a lo largo de la historia-. Los veneraban al punto que, al fallecer un felino, los dueños se afeitaban las cejas en señal de luto. Su mito persistió, no así su rol como compañero del ser humano.
En la cultura celta se le asoció con el mundo espiritual, los druidas domesticaban gatos para protegerles y favorecer rituales que involucraran a los espíritus. El gato negro se consideraba guardián del inframundo, alumbrando el camino entre este mundo y el otro, con el brillo de sus ojos. En la noche de Beltane, que coincide con el Halloween actual, se les sacrificaba en hogueras para favorecer la comunicación espiritual, pues el fuego era sagrado y el humo ayudaba a las almas a ascender.
Posteriormente, en la Edad Media, la Santa Inquisición propaga la quema de brujas, se creía que los gatos negros eran brujas transformadas por el demonio y se les quemaba junto a ellas, que confesaban bajo tortura. Se les persiguió hasta casi extinguirlos y, en consecuencia, se desató un desequilibrio natural por falta de depredadores naturales de ratas, que derivó en la peste bubónica.
Occidente desmintió los mitos con el boom de la ciencia, en el siglo XIX, lamentablemente ya se habían esparcido durante la Colonización Europea en Latinoamérica. Aquí el mito no solo subsistió, sino que tomó su propio rumbo.
El gato en nuestra cultura contaba con baja aceptación e incluso desprecio, relegado a la labor de control de plagas. En especial, el minino negro, asociado a la magia negra, el blanco también se caza para rituales de brujería, dado a la interpretación burda que se le dio “si el gato negro es guardián del inframundo es malvado”, entonces “el blanco, es bueno y tendría el efecto opuesto”. El sacrificio de ambos para ritos de dudoso provecho se explica de esa forma.
Lamentablemente, aún no aprendemos de nuestros errores y se sigue dando más relevancia al temor a lo desconocido; si la crueldad ha prosperado en nuestra cultura, se debe a la falta de información, al pensamiento mágico y la sociopatía. Creemos que la información junto con acción es la solución y que así se tomen medidas para proteger a los felinos.
Nuestras sugerencias en esta época del año son:
• NO dejar salir a sus gatitos a la calle o que suban en los tejados por ningún motivo. Aclaramos que esta recomendación vale para TODOS los gatos, de cualquier color, en cualquier época del año. Ya que suelen ser víctimas de peligros diversos en las calles, pero con los felinos negros y blancos la alerta es mayor, especialmente en víspera del 31 de octubre.
• Se les debe mantener entretenidos dentro de casa para que no sientan el impulso de salir. Se puede jugar con ellos, ya sea ejercitándolos con juguetes, dejando premios escondidos que les causen curiosidad, o simplemente dedicándoles más tiempo del habitual.
• Recientemente, se ha reivindicado a los gatos negros y nos complace recibir formularios de adopción para ellos con más frecuencia. Los blancos siempre han sido populares. No obstante, invitamos a los gatunos a divulgar y respetar la razón, por la cual hemos establecido una prohibición en estos meses de entregar felinos de ese color en adopción. Es mejor esperar un mes y medio antes que exponerlos.