Guatemala uno de los peores países para ser niño y niña en el mundo imagen

Guatemala es uno de los países que muestra más rezagos en temas de niñez y su desarrollo, esto según datos del gobierno de Guatemala y de las Naciones Unidas, variables como la desnutrición, pobreza, falta de educación, abusos sexuales, abusos fisicos, prostitución y trabajo forzado, son uno de los tantos vejamenes que afecta a los menores de 18 años.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Para Mi Gente Informa Rodrigo Fresse desde Ciudad de Guatemala.

Guatemala es un país que, a pesar de sus riquezas naturales, culturales e históricas, sufre los mayores índices de pobreza, desnutrición, analfabetismo y desigualdad de la región, todo esto, como consecuencia de la mala planificación, corrupción, tanto gubernamental central como municipal, y muchos otros factores políticos que terminan afectando a la población en general.

Una de las áreas que más ha sufrido históricamente los flagelos de estas desigualdades, es la población infantil, como se demuestra en el informe reportado por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), de la Presidencia de Guatemala, en el que reportan que en 2021 hubo una tasa de desnutrición de 17,2 por cada 10,000 niños.

Dicha cartera documentó que en las primeras 6 semanas epidemiológicas de 2022, se reportó un incremento de 0,7 por ciento de niños desnutridos, en comparación con dicha semana de 2021. Guatemala cerró el 2021 con 61 menores de cinco años fallecidos por desnutrición.

Por otro lado, en temas de educación, el censo realizado en 2018 reporta un índice de analfabetismo de 19.19%. Todos estos factores resultan determinantes para el desarrollo y superación de niños y jóvenes del país, que repercutirá e impactará directamente sobre el futuro de cada uno de ellos.

Un país sin oportunidades

Según estadísticas de las Naciones Unidas, en Guatemala actualmente viven cerca de 7 millones de menores de edad, de los cuales la pobreza afecta 8 de cada 10 infantes identificados como indígenas, y 6 de 10 identificados como no indígenas, situación que se intensifica al ser niña indígena, debido a que sufren una mayor afección por temas relacionados con pobreza y machismo, como son matrimonios forzados, siendo aún menores de edad, y embarazos a tempranas edades, sin tener acceso a un sistema de salud y soporte digno, lo cual, de diferentes formas, refuerza el ciclo de pobreza en estas poblaciones.

Además de estos problemas estructurales, la violencia y el abuso contra la niñez y la juventud guatemalteca se ha vuelto una constante, debido a la alta tasa de crímenes cometidos contra menores de 17 años, tales como: violaciones sexuales, trata de personas, utilización de menores para pornografía y prostitución infantiles, abuso psicológico, maltrato físico, esclavitud en sus formas de trabajo forzado, mecindad, explotación laboral, entre otras.

La situación de los niños y jóvenes del país, también se ve afectada por la alta participación de menores de edad en pandillas u organizaciones delictivas, debido a la extensión que estas organizaciones criminales tienen en áreas marginales del país.

Existe una gran tasa de deserción o falta de acceso a educación, cerca de 2 millones de menores de edad nunca asistieron a un centro educativo y, de los que asistieron, 6 de cada 10 terminan la primaria, 2 de cada 10 culminan secundaria y solo 1 de cada 10 logran llegar a estudios universitarios. La falta de preparación académica incide en el desarrollo personal de cada guatemalteco, limitando las opciones laborales, por lo cual, muchos de ellos, deciden involucrarse a pandillas para obtener recursos para vivir.

Esta cruenta realidad, afecta y oscurece la realidad de muchos sueños de niños y niñas guatemaltecas, que se ven atrapados en un ciclo interminable de pobreza, exclusión, racismo, discriminación y desigualdad. La realidad de Guatemala en temas de niñez y juventud es deplorable y, al notar la falta de proyectos para mejorar la calidad de vida de este grupo etnográfico por parte del gobierno central, gobiernos municipales, y de organizaciones no gubernamentales.

Esto se ve reflejado en que Guatemala invierte únicamente 7 quetzales al día por niño y niña no indígena, y 3 quetzales por niño y niña indígena. La poca inversión por parte del Gobierno central en la niñez y la adolescencia da como resultado deficiencias y carencias en esta población, especialmente en temas de salud y educación.

Hacia dónde va Guatemala

La politiquería, la falta de profesionales capacitados en la toma de decisiones de las instituciones de gobierno, la poca importancia que se le da a la creación de políticas públicas, las eficientes gestiones municipales y las oenegés más ocupadas en luchas ideológicas que en apoyar al pueblo, deben ser los epicentros para voltear esta realidad.

Pues Guatemala comparada  con países de Europa, Asia, Estados Unidos y algunos de Latinoamérica, no invierte ni siquiera lo suficiente para garantizar vidas dignas a sus jóvenes ni niñez, pues la mayoría de gasto  se va para mantener políticos rapaces que con cada acto de corrupción sentencian la juventud de un país, que no sabe hacia donde va.

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