La tensión continúa en el Paseo la Sexta, pero las ventas no imagen

Hoy, las banquetas del Paseo la Sexta permanecen sucias. Los destrozos de ayer aún son evidentes.Hoy ofrecemos un Relato de otros protagonistas.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

El Relato de hoy, es un acercamiento a los vendedores de locales formales del Paseo La Sexta, el punto de vista de una vendedora ambulante, un artista desalojado y un agente de Emetra.

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Si desea conocer el punto de vista de una vendedora desalojada, que participó en las protestas de ayer, puede ver aquí.



Los restos de las esculturas destruidas en el Paseo la Sexta permanecen tiradas. Fotos Gabriel Arana.

Hoy, los basureros y banquetas del Paseo la Sexta permanecen sucios. Hoy no pasó la muni. Los destrozos de ayer permanecen evidentes, pero el peatón continua con sus quehaceres mientras camina entre los despojos de arte. Ayer presentamos el punto de vista de una de las vendedoras involucradas en la protesta violenta, hoy ofrecemos un Relato de otros protagonistas. Vendedoras de locales, artistas y la descripción de los hechos de un agente de Emetra que estuvo involucrado. Mismo que no fue fácil conseguir. Así que, vamos por partes.



Un artista desalojado.

Artista callejero: [Conversación entre el artista y el oficial antimotín de Emetra] “Hoy no creo que hayan disturbios oficial. Déjeme trabajar. Yo soy artista, hago mis esculturas con alambre, estás son ve”. -Por favor, retírese- “¿pero por qué?, los bochincheros ya no van a venir hoy. Yo soy artista, esta es mi obra”. -Por favor, retírese-.

[Ante el hecho, el artista dijo], pues vendré mañana. De algo tengo que comer” [el artista se retiró al menos, una hora después de esta conversación].





Vendedoras de un local de la sexta: “Estuvo bien feo. Es que mirá, nosotras tuvimos que bajar y subir la persiana como cinco veces. Nosotras veíamos que venía el bochinche y cerrábamos, hubo gente que se vino a esconderse acá. Claro que nos perjudicó mucho. Nosotras no vendimos nada, y claro, a nosotras nos pagan por comisión. Ayer perdimos bastante dinero. Es que los de Emetra son bien abusivos con la gente. Les hablan bien feo.

Hoy saber si venderemos, no creo. Esto nos afecta a todos. Incluso a los de enfrente. [Café Saúl] ellos tampoco vendieron mucho. Pero lo peor es que solo bajaban una persiana, y mantenían todas las demás abiertas. Se les hubieran entrado si hubieran querido. [todas ríen al unísono]”.

Vendedora ambulante: “Va, te voy a contar lo que pasó si me comprás un chocolate. Ok. Así fue. Todo empezó a las 12, pero porque los de Emetra se ponen abusivos. Te echan. Mirá [Señala al parque central] todas las casitas y andamios que estaban puestos ahí los destruyeron. Pero fue porque los de Emetra empezaron. 

Yo soy vendedora ambulante vacacionista. Y por eso es que vendo aquí [en el Portal del comercio] porque los agentes te tratan mal. A mi me pasó hace dos días. Estaba en la esquina de la la sexta y el portal, y un chavito me estaba comprando un chocolate. Se nos acercó el de Emetra y nos dijo. “Váyanse, ustedes no pueden vender cosas acá. Y usted señor, si quiere comprar, hágalo en otra parte”… fijate tu. Es que son bien machitos, pero no con todos… entonces yo le dije “¿en qué te afecta. Acaso estoy tirando basura?… yo no me estoy solo en un lugar”… entonces uno se cansa. Y ayer, ellos empezaron a maltratar a la gente, por eso es que todo terminó así. Cuando vi que todo se puso feo, me fui para el trébol. Allí no ha llegado el alcalde a chingar aún”.

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¿Qué dicen los policías de la Muni?

Al fin de cuentas, los oficiales solo siguen órdenes. Como todos, también buscan ganarse su sustento y al final, tienen esperanzas y sueños, como todos. Ahora bien, buscar su Relato no fue fácil. Antes de encontrar uno que quisiera contar su punto de vista hablamos con cinco agentes. 

Digamos que cuando uno saca el carné de periodista y la grabadora intimida. Y si tomamos en cuenta que el alcalde asegura que a la prensa se le paga o se le pega, no hay mucho que hacer con su equipo de trabajo. Sin embargo, acercarse a un agente para platicar, para resolver una duda, no debería ser algo punible o fuera de este mundo. Digamos que entiendo que deban tener precaución, pero no es como para no responder un saludo.

El que más llamó la atención fue un agente municipal antimotín destacado en el Paseo la sexta, frente a plaza Vivar. “Buenas oficial. ¿Y ustedes está aquí a modo de precaución o ya hay disturbios?… Le pregunto para saber por dónde caminar… es en serio oficial, ¿no me va responder?… Bueno, buen día”.

Algunos policías después, encontramos a uno amable, por decirlo de alguna forma, quien nos explicó su versión. Como periodista te acostumbras a que la gente no te hable, pero si fuera un civil, si me incomodaría bastante la actitud de los Emetras antimotines, pero una vez más, asumo que siguen órdenes. O quizá la intransigencia de Arzú es contagiosa.

“Mirá pues. -Dice el agente- Yo no sé si viste las noticias, pero ayer acá la protesta se puso agresiva. Yo estaba en la 15 calle, en la esquina del parque Enrique Gómez Carrillo. Ellos empezaron a lanzar piedras. Mientras nosotros estábamos protegiéndonos, nos atacó otro grupo por detrás. Nosotros debíamos protegernos. Yo supe lo de la señora que le abrieron la cabeza pero no vi como sucedió.

Nuestro trabajo es decirles que no pueden vender aquí en el paseo. Recordate que vienen las fiestas de fin de año, y por el festival, ellos no pueden estar acá y lo saben. Los vendedores deben estar a 10 metros del Paseo la Sexta, pero ellos, por fuerza, quieren estar en la esquina o a mitad de la calle. Eso no se puede.

Recordá que a los vendedores que estaban acá se les trasladó a la Plaza el Amate en 2010. Y ellos mismos, los vendedores, fueron los que pidieron que se prohibieran las ventas en la sexta, principalmente las ambulantes. Ellos se quejan de los vendedores que están en la 18 calle si pueden vender, pero ellos pagan un impuesto diario a la municipalidad por estar ahí.

Los vendedores ambulantes solo no entiende que no pueden estar aquí y que nosotros seguimos ordenes. Uno no disfruta golpear gente. Al menos yo no. Ayer nos protegimos. Nada más. Yo no vi que un compañero lastimara a alguien solo por que sí”.  



En el recorrido, realizado a mediodía, comenzaban a agruparse los vendedores.

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