Dios le habla a Vitalina, eso nos contó (ella) imagen

Este Relato es de un colaborador, quien pide un poco de discreción y por eso pide no dar su nombre. La mujer de la que nos habló, además, es clarividente.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Aquella máxima que explica que la realidad supera a la ficción nace de Relatos como el que le presentamos ahora. Esos momentos en los que uno va por la vida y, sin buscarlo, se topa con historias tan fascinantes que parecen irreales, como el caso de Vitalina, la mujer que recibe misiones de Dios.

****



Volcán Acatenango, Foto cortesía de https://aventours.com.gt/volcan-acatenango/

Fox Mulder, el agente de X-Files y el Dr. House tienen en común una frase que involucra a Dios. “Cuando hablas con Dios –dice Mulder– es oración. Cuando Dios te habla, es esquizofrenia”. En cambio, House dice: “Si hablas con Dios estás orando; si Dios te habla, eres sicótico”. Sin embargo, ambos personajes están equivocados.

Las dos ideas son una paráfrasis a la obra del siquiatra Thomas Szasz, quien publicó en el texto The Second Sin: “Si hablas con Dios, estás orando; si Dios te habla, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritualista; si Dios te habla, eres un esquizofrénico”.

Ahora, luego de presentar una frase popular desde su fuente original, justificando su originen científico, damos paso al Relato de una mujer quien dice recibir mensajes de Dios, para que usted saque su conclusión. A nosotros, la historia nos dejó pensando.

***

“Esto es lo que tengo que decir de Vitalina. Con un amigo de la infancia vamos muy seguido al volcán Acatenango. Vamos porque es alto, está cerca y es accesible. Con respeto, el volcán puede ser seguro, aunque respeto también es suerte. Si te agarra una tormenta eléctrica allá arriba, te morís ahí.

Recuerdo que fue como el 20 de diciembre de 2016 cuando subimos el volcán. Ese día en particular las condiciones estaban malas. Había mucho viento, y con mi amigo decidimos no subir a la cima. Por tanto nos quedamos en el pico de Yepocapa para experimentar unos minutos el viento y después beber café en una piedra y, de paso, platicar y resolver por un momento los problemas del mundo. Luego, bajar lo antes posible porque las condiciones climáticas no eran las idóneas.

Ya cuando bajábamos, nos topamos con una señora de baja estatura, tez morena y vestida con la ropa con la que las personas de escasos recursos escalan cimas. Es decir, con varios suéteres de lana. Es decir, ropa no térmica, que además no es aislante al viento ni a la humedad. Pero, además, llevaba un tanate en la espalda.

El bulto era básicamente un montón de cosas agrupadas, que no se podía intuir qué cosas eran, pues estaban envueltas en un nylon. La encontramos básicamente en el descanso que se conoce como El Conejito.

Nos saludó y hablamos poco. Aunque la plática resultó breve, se notaba que Vitalina, quien luego nos dijo su nombre, era alguien educada, su lenguaje era cortés y muy educado, se sentía que había leído y viajado un poco.

Total que nos despedimos, y como íbamos a un paso más acelerado que ella pues la dejamos atrás. Ya abajo, llegamos a la tienda de Don Martín. Es un lugar muy conocido, por lo general se dejan ahí los autos, está en la aldea de La Soledad, justo entre Chimaltenango y Sacatepéquez. Nos tomamos ahí un referesco y nos cambiamos de atuendo para así viajar más cómodos de regreso a la Ciudad de Guatemala. Pasó un poco de tiempo, pues además platicamos con Don Martín, quien es el dueño de la tienda y de algunas parcelas. Tengo 20 años de conocerlo y él tiene 40 años de estar ahí… lo vamos a llamar el cacique del volcán.

Justamente, cuando pensamos en maniobrar para salir nos salió Vitalina al paso, nos preguntó si le podíamos dar jalón. Cuando le preguntamos su rumbo, respondió que iba para Quetzaltenango. Y bueno, le dijimos que aunque no nos dirigíamos hasta allá, la podíamos acercar a El Tejar, en Chimaltenango, por una ruta que conozco. Y bueno, ahí podría abordar un bus Marquencita, o cualquiera que la llevara a Xela o San Marcos.

Y entonces se subió al carro. Al principio hablé de su tanate, porque estamos hablando que eran fechas antes de Navidad, entonces me dio miedo de que llevara flora del volcán. En diciembre, una de las tragedias ocasionadas por los nacimientos es que una horda de gente sube a depredar los helechos, los musgos y otras plantas parásitas de las montañas de Guatemala para venderlas para los nacimientos. Hablamos de un musgo que tarda decenas de años en crecer, y eso además es delito. Si me registran el carro con un bulto con flora, me pueden poner una multa. Y le preguntamos, porque nos dio la impresión de que venía de cortar helechos.

No era discriminar, pero si me paraba la policía… no te querés meter a dar explicaciones por algo así, pero al final, resultó que el bulto eran dos ponchos y ya con esa certeza subimos al carro y nos fuimos.

Lo menos que pensamos era lo alucinante que se iba a poner la conversación. La carretera a El Tejar ahora está asfaltada y debido a sus curvas y demás, te toma unos 40 minutos. Entonces, ya en camino nos dio curiosidad saber qué hacía en el volcán, por qué lo había subido. Cada quien tiene sus razones, y no esperábamos lo que íbamos a escuchar. Respondió que andaba meditando, que lo hacía en los volcanes, y no solo eso, que también tenía dos días de ayunar. Lo cierto es que había pasado mucho frío, nos dijo que solo con los ponchos había pasado la noche.

Le preguntamos que por qué lo hacía, y fue allí que nos dijo que lo hacía porque Dios le daba instrucciones. Nos explicó que tenía el poder de oír a Dios, él le había dado las instrucciones de que tenía que subir los volcanes en ciertas fechas. Nos explicó que Dios le ponía esos retos y era por ello que para esa fecha le tocaba Acatenango.

Nos contó que iba a una iglesia pentecostal evangélica, de San José Ojetenam, que queda en el Norte de San Marcos, arriba de Ixchiguán. Resulta que como subo volcanes, cuando se sube el Tacaná podes pasar por el camino de San José y le dije que conocía su pueblo. No salía de su asombro, porque muy poca gente sabe que existe; no todos los guatemaltecos lo han escuchado mencionar, a menos que vayas a subir el Tacaná.

Pero regresó a hablar de sus pláticas con Dios. Explicó que sus viajes a los volcanes eran una penitencia para evitar que el enemigo apareciera. Cuando preguntamos quién era el enemigo nos dijo que Satanás. Explicó que el enemigo se presentaba en forma de cáncer, es decir, enfermedades, falta de dinero y esta cosas.

Entonces la conversación –muy respetuosa, quiero aclarar– nos llevó a preguntar más, acerca de a qué se dedicaba. Nos explicó que era pastora, pero como es mujer, no podía ejercer. Aquí no hay pastoras, pero lo que sí podía hacer era dar consultas a personas que estuvieran en problemas, porque ella además tenía el poder de la clarividencia.

Y es una conversación real, y con mi amigo nos mirábamos, no sabíamos si era una conversación del siglo XV o una onda así. Ella nos dijo que ella podía ver el futuro y por eso había gente que se le acercaba. Ella les daba consejos para decirles cómo vivir y prevenirse de que el enemigo, es decir Satanás, tomara sus vidas.

Es pensamiento mágico, y es mucho de lo que existe en nuestro país. Tengo un amigo que es dentista, y él dice, ‘hay que saber en qué estado de delirium tremens vive la gente en Guatemala’, y ahí tuvimos un ejemplo magnífico y tangible de ese estado.

Fue un ejemplo de cómo percibe la realidad la gente. Es una cosa muy fuerte en nuestro país. Vivimos en una nación que tiene diferentes religiones, unas son más auténticas que otras, dentro de las perspectivas de los religiosos. Dependiendo de la religión en la que vos estás, puede que estés más cerca o más lejos de Dios.

Hay gente que venera a Maximón, y verlo es una cosa alucinante, y te preguntás, ¿en qué realidad vive la gente? No es una crítica, es una reflexión de cómo concebimos la realidad rodeados de este pensamiento mágico total. Vitalina se bajó en El Tejar y nosotros regresamos a la ciudad.



Volcan Acatenango, visto desde el Volcan de Fuego. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte