Uñas pintadas de adicción imagen

Un hábito que tiene al 30 por ciento de la población a sus pies y que parece indefenso hasta que…

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Morderse las uñas es uno de los hábitos más comunes de los seres humanos, esto se debe a causa de trastornos emocionales y de conducta. Esta manía se conoce como onicofagia.

Laura es una mujer de 42 años, abogada de profesión y cuenta que desde los 5 años se ha comido las uñas, aunque desconoce de dónde se originó este hábito al que califica como “horrible”. Lo único que sabe es que hace un mes estuvo en el quirófano, a causa de un pequeño tumor en el estómago, gracias a esta costumbre.

Hace un par de años que empezó con un pequeño dolor en el vientre, al que no le prestó mayor importancia, sin embargo, su ansiedad por comerse las uñas incrementó conforme fue creciendo, su mamá (como todas) odiaba ese hábito “asqueroso”. Intentó hacer de todo para que lo dejara: ponerle a la uñas sábila, picante en los dedos, aceite de ajo y otros remedios caseros, incluso colocarse uñas postizas para evitar que se las mordiera, pero el intento falló.




A pesar del aspecto poco elegante de sus manos y de que sus amigos dijeran que lo que hacía era dañino, siempre ignoró las señales. La solución para todo era decirles, como todo adicto, que era algo que podía dejar cuando quisiera sin problema alguno. Claro, fue algo que nunca ocurrió porque cada vez que intentaba había algo que lo provocaba casi de manera inconsciente.

La onicofagia aparece de manera más notable entre los 10 y 18 años, además, el 50 por ciento de la población, la mayor parte, mujeres, padece este problema que puede extenderse para toda la vida. Estos hábitos comienzan de manera casi imperceptible y se relacionan por lo regular a alguna actividad como ver televisión, leer o al momento de tomar una decisión. Los psicólogos han listado algunas causas que provocan que personas, como Laura, no puedan dejar de comerse las uñas:

• Intranquilidad
• Aburrimiento
• Perfeccionismo
• Imitación
• Causas psicosomáticas
• Emociones

“Es algo que no puedes evitar, a veces sin que me diera cuenta ya tenía la mano en la boca, en especial lo hacía cuando no quería gritarle a alguien o cuando trataba de concentrarme”.




En el 2012, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría decidió reclasificar el hábito de morderse las uñas como una forma de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), junto con otras formas de “grooming patológico”.

Laura permaneció con esta manía por 37 años, pero un día el dolor en el estómago se incrementó, de tal manera que terminó en un hospital de la zona 1. Un pequeño tumor había aparecido y la cirugía era necesaria, lo que nunca se imaginó fue que este absceso fuera causado por comerse las uñas, ya que las mismas se adhieren al tracto gastrointestinal y el ácido gástrico no puede deshacerlas con facilidad.

La operación fue exitosa, pero lo que ella experimentó en el quirófano fue algo que quizá se pudo evitar. Lo sorprendente del caso fue que cuando el patólogo estudió el quiste estaba formado de restos de uñas, líquidos, entre otras cosas.




Sin pasar a los extremos de una cirugía, existen otros riesgos causados por comerse la uñas, según la Academia Americana de Dermatología (AAD).

1. Las bacterias se transfieren fácilmente a la boca y al resto del cuerpo, donde pueden causar infecciones. Las uñas pueden estar dos veces más sucias que los dedos.
2. Las verrugas en los dedos causadas por el virus del papiloma humano (VPH) son comunes entre los niños que se muerden las uñas.
3. Las personas que se muerden las uñas son susceptibles a paroniquia, una infección de la piel que ocurre alrededor de las uñas.
4. Quienes se muerden las uñas reportan un mayor deterioro en su calidad de vida, que aquellos que no lo hacen.
5. Morderse las uñas puede interferir con la oclusión dental, o la forma en que los dientes superiores e inferiores se unen cuando se cierra la boca.

Si eres una de las personas que también se muerde las uñas y has intentado dejar ese hábito de mil maneras y no ha funcionado, estos son algunos pasos que te pueden ayudar:

• Identifica factores que te provoquen comerte las uñas.
• Envuelve tus dedos con curitas.
• Mantén tus uñas cortas o bien pintadas.
• Conserva las manos ocupadas con otras actividades.
• Considera la terapia como una ayuda extra.
• Unta una sustancia de sabor desagradable sobre tus dedos.

Cosas que muchas veces podemos calificar como insignificantes pueden llegar a causar situaciones complicadas. El morderse las uñas parece indefenso, nada de que preocuparse, un hábito poco dañino y silencioso porque no molesta a nadie, pero al final, para Laura, terminó siendo un asesino silencioso. 



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