Al hospedarse en un hotel, lo primero que se revisa es que la habitación esté limpia. Se cree que porque cambiaron las sabanas, ya todo está en orden, pero puedes estar equivocado.
Según una investigación realizada por American Society for Microbiology y la Universidad de Arizona, se descubrió que el 81 por ciento de las superficies de las habitaciones de hotel, contaban con algunas bacterias fecales, convirtiendo estos espacios en uno de los lugares más sucios.
Con esto no quiero decir que ya no vayas a un hotel, pero sí que tengas cuidado de las cosas que tocas, que quizás nunca te imaginaste que estuvieran “contaminadas”:
1. Los utensilios de limpieza: aunque no es algo que toques siempre en un hotel, ten en cuenta que son los instrumentos con los que limpian. Según el estudio estos se encuentran contaminados y cada vez que hacen limpieza de habitación a habitación se están mezclando todos los microorganismos que se encuentran en el hotel.
2. El control de la televisión: este es un artefacto que muy pocos le prestan atención. Es raro que las personas de la limpieza se preocupen por pasarle un trapo, después de que un huésped se vaya.
3. Los interruptores de luz: este es el segundo más contaminado, luego del control de la televisión. Los interruptores son encendidos y apagados por distintas personas, pero nadie se detiene en limpiarlos antes o después de usarlos.
4. Colchas: las sábanas son las que más se cambian con regularidad, pero las mismas pueden pasar varias semanas en una cama “si no se ven sucias”. Esto lo pueden disimular con aromatizantes y sacudida para dejarlas como “nuevas”.
5. El teléfono de la habitación: ¿cuántas personas no llaman a servicio de cuarto? Estos aparatos no siempre son los que más se preocupan por limpiar, tardan años en cambiarlos y no por limpieza, sino, por daños en el mismo. Un “simple teléfono” es fuente de microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud.
6. Alfombra: si eres de los que les gusta acostarse en las alfombras, ahora lo tendrás que pensar dos veces. Estas son las que más microorganismos contienen, y en ocasiones no se asean de forma regular.
Sin embargo, existen espacios con “menos bacterias” como las cabeceras, la perilla del baño y las varillas de las cortinas. Esto no significa que evites visitar un hotel, pero podrías verificar ante el servicio que brindan para tomar las mejores medidas al hospedarte y así disfrutar de un buen descanso.
Fuente: Cultura Colectiva