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Cuando Andrea Argueta, una estudiante de ingeniería, llegó al hospital de emergencia tenía 24 horas de vomitar sin parar. “Creí que había comido algo ya vencido, pero no recordaba nada extraño”, dijo.

Tenía una fiebre de 40ºC y sudaba excesivamente, por lo que definitivamente no era un resfriado ni un malestar estomacal. Después de un diagnóstico preliminar y descartar otras enfermedades, su madre llamó a la ginecóloga.

“¿Usas tampones?”, le preguntó. En ese momento, Argueta recordó que hace unos días había tenido su última menstruación. Lo que había olvidado era que aún tenía el último tampón dentro de su cuerpo.

Argueta sobrevivió al Síndrome de Shock Tóxico (SST), una infección causada por las toxinas producidas por la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo).



Foto: Stellar Magazine

Estas toxinas son como un veneno cuando invaden el flujo sanguíneo. Durante la década de los 70, el SST se comenzó a relacionar con el uso de tampones muy absorbentes.

La conexión entre el síndrome y los tampones se da por el nivel de absorción de la vagina. Entre más absorbente es, el riesgo de contraer el SST es mayor porque se altera el equilibrio de la microbiota vaginal.

Esto causa una reducción de anticuerpos que defienden al cuerpo de cualquier infección y es cuando el estafilococo aprovecha para invadirlo.

El uso de tampones es la causa más frecuente, pero no la única de adquirir la bacteria. Solo 1 de cada 100 mil personas la contrae por esta vía, según un estudio del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.

Esta complicación puede afectar a cualquier hombre, mujer o niño que se infecte por medio de alguna herida en la piel o no se proteja una herida de cirugía. También puede suceder con otros objetos de higiene femenina, como las copas menstruales.



Foto: Foros Perú

Los síntomas

La modelo californiana Lauren Wasser tenía 24 años cuando confundió los síntomas del SST con un simple resfriado. Cuando la policía la encontró en su apartamento, estaba inconsciente y cubierta en su propio vómito.

Sus órganos fallaban y había sufrido un ataque cardíaco. La infección había cortado el flujo sanguíneo a sus extremidades y rápidamente desarrolló una gangrena en la pierna derecha.

Con un dolor constante y úlceras, Wasser sobrevivió al síndrome, pero sus dos piernas fueron amputadas.

Hoy, es activista y menciona que “las letras SST que alguna vez leyó en la letra pequeña al final de las cajas de tampones se convirtieron en algo que la definió para siempre”.



Lauren Wasser

Casos como los de Andrea Argueta y Lauren Wasser son el ejemplo perfecto de cómo los síntomas pueden confundirse. “Nunca pensé que era algo tan grave y que podía morir por algo tan pequeño como un tampón”, resaltó la primera.

El síndrome se denomina “de shock” porque puede pasar de un cuadro médico estable a uno mortal y agudo en cuestión de segundos. Es por ello que no debes ignorar pequeños síntomas como estos:

  • Fiebre alta que comienza rápidamente (más de 39ºC)
  • Vómitos y diarrea
  • Mareo y náuseas
  • Presión sanguínea baja
  • Descamación de la piel (en grados avanzados)
  • Dolor muscular y de garganta
  • Convulsiones
  • Irritaciones en la piel
  • Desmayo

Si tienes alguno de estos síntomas, retira el tampón de inmediato y coloca una toalla sanitaria. Visita inmediatamente a tu médico. Se puede tratar con rehidratación, antibióticos y en casos muy graves, operaciones.

Para el futuro

El SST no afecta la fertilidad, pero sí debes informar a tu médico si lo padeciste. De igual manera, no es recomendable volver a usar tampones.

Haber padecido el SST una vez, no quiere decir que no vuelva a suceder. Los médicos recomiendan lo siguiente para evitar padecerlo por primera vez o de nuevo:

  • Escoge un tampón con el mínimo grado de absorción. Es mejor cambiarlo seguido a que el área se reseque.
  • Cambia tu tampón cada 4 horas.
  • Lávate las manos antes y después de colocar y retirar un tampón.
  • Nunca utilices un tampón por más de 8 horas.
  • Recuerda quitar el tampón antes de colocarte uno nuevo.
  • Nunca olvides retirar el tampón al finalizar tu menstruación.
  • Utiliza otras opciones de higiene femenina, como las toallas o compresas.
  • Guarda los tampones en lugares lejos del calor y la humedad.
  • No utilices un tampón si no tienes la menstruación.
  • Nunca olvides leer los folletos e instructivos que traen las cajas de tampones.
  • Si ya padeciste el SST, lo mejor es no volver a usar tampones.
  • Limpia y cambia el vendaje de cualquier herida cutánea diariamente.

Cada segundo que pasa es importante, ya que el SST puede complicarse al nivel de fallo hepático o renal, parálisis, gangrenas o la muerte. No ignores las señales.

Fuente: Clínica Mayo, @theimpossiblemuse (Lauren Wasser).

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