Una escuela más grande y bonita para Jeimy y Vanessa imagen

Muchas veces se ha visto que las escuelas del interior del país son la muestra de la mala administración de las autoridades.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Jeimy y Vanessa, ambas de 10 años, originarias de Chimaltenango, asisten a la Escuela de Educación Primaria El Molino, ubicada en Tecpán. En la institución comparten una aula con tres secciones. A pesar de la incomodidad, las niñas continúan con sus estudios para algún día graduarse de maestras. 

En el Centro de Educación Integral Palín y en la Escuela de Educación Primaria El Molino se imparten clases a 200 alumnos. Ambos establecimientos se encuentran ubicados en el mismo lugar. El objetivo es la enseñanza a niños de 0-6 años, para luego prepararlos en la educación primaria. 

Juana Gómez es originaria de Mazatenango, pero vive desde hace 10 años en Tecpán. Sus cuatro hijos asisten al centro educativo. Ellos mantienen la esperanza que su “escuelita”, como le llaman, pueda ser cada vez más grande y bonita. 







Flor de María Moreira Pinzón, subdirectora de la institución, comenta: “Lo que más se ha necesitado son las aulas, ya que no contamos con suficientes, a veces mantenemos tres grados en una misma clase”.




El Ministerio de Educación apoya con las refacciones y los programas de educación, pero no autorizan la construcción de aulas. “Los padres ayudan con cierta parte para pagarle a una empleada que realice la limpieza del establecimiento. Los alumnos reciben las clases básicas del pénsum del ministerio”, expresa Moreira.

En el establecimiento de Palín trabajan cuatro docentes para siete secciones, mientras en primaria son dos maestros para seis grados. Por ello, requieren más profesores.

Indica que sí han pedido insumos y materiales educativos para los niños. “Hemos solicitado ayuda, ya que muchas veces no tenemos lo necesario para las actividades con nuestros alumnos”, señala Moreira.

Cada día, los niños pedían un espacio más grande. El sueño de ellos era ver su “escuelita” diferente. Fundación Tigo e International Esperanza Project cumplieron ese deseo. 




Se construyeron tres nuevas aulas educativas, una de las cuales se destinó para ser la aula digital con 17 computadoras y mobiliario nuevo. También hay una cocina nueva, módulo de baños y se renovaron los techos de las aulas ya existentes, todo es parte del programa de Escuelas ABC/Digitales. 




“El objetivo primordial de este proyecto fue mejorar la infraestructura básica de la escuela con aulas, cocina y baños. Asimismo, crear un laboratorio de computación que permita a los niños y a sus docentes tener acceso a la tecnología educativa. En esta oportunidad, trabajamos en alianza con International Esperanza Project”, relata Mario Leal, Gerente de Educación de Fundación Tigo.   

Como parte del proyecto se llevó a cabo la capacitación tecnológica a los docentes de la escuela. Asimismo, para facilitar el acceso de agua potable y para beneficiar la salud de los estudiantes y maestros se entregaron 11 Ecofiltros. 

 




Muchos niños, como Jeimy y Vanessa, que anhelan ser maestras, podrán cumplir también sus sueños en un lugar más cómodo y amplio. ¿Estás de acuerdo con estas iniciativas?

   

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