Sembrar un árbol es sembrar vida, dice don Luis imagen

Más de 58 mil participantes lograron reforestar 400 hectáreas de terreno donde antes no había nada.

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Don Luis tiene 70 años, pero “la energía de uno de 20”, como él dice. Siempre ha vivido en una aldea de San Marcos, rodeado de la naturaleza. Cuenta que su pasión han sido los árboles: “Desde que era pequeño, mi papá y mi abuelo me enseñaron a sembrar ciruelas, duraznos, manzanas y ciprés, porque de ahí era donde sacábamos para comer”.

La anécdota que más recuerda con cariño es cuando su papá, de regalo de cumpleaños le dio un árbol de limón, el cual debía cuidar por el resto de su vida. “Él decía que si yo no podía cuidar un árbol, no iba a poder cuidar a una esposa tampoco. Lo sembré y hasta hoy sigue dando mi arbolito, ya está viejo como yo, pero aún en pie”, indica.

Pero “los tiempos han cambiado y ahora los patojos ya no cuidan nada; aquí se da mucho el cedro, pero solo vienen y lo cortan. No tienen cuidado y son pocos los que se preocupan en volver a sembrar”, relata.

“Sembrar un árbol es sembrar vida, por lo menos eso fue lo que mi abuelo y mi papá me enseñaron desde que yo era pequeño. Quiero que los hijos de mis nietos tengan todavía la oportunidad de apreciar y vivir rodeado de árboles”, explica don Luis.

El Instituto Nacional de Bosques (INAB), como parte del Programa de Educación Forestal y Reforestación Sembrando Huella, creó el #YoReforesto Challenge, el cual ha permitido generar una red de personas y entidades reconocidas como Amigos del Bosque, quienes asumieron el reto de identificar áreas idóneas a reforestar; además, aprendieron sobre la importancia de tener una cultura forestal.

En total se realizaron 641 jornadas de reforestación, que corresponden a 400 hectáreas de terreno; se sembraron 51 especies específicas para cada región, según sus necesidades y características de suelo y clima.

En el challenge participaron alrededor de 58 mil participantes, y algunas de las zonas beneficiadas fueron: área central, Quetzaltenango, Las Verapaces, Zacapa, entre otros lugares. Se sembraron alrededor de 440 mil plantas.

“Por más que se cuide, hay un porcentaje de mortandad tanto por sequía como por los animales que pasan y lastiman alguna planta, o porque algunos no son plantados correctamente; entonces, nosotros estimamos que un 50 por ciento de estos logran crecer”, declaró Hugo Flores, del INAB.

Dentro del programa participaron diferentes organizaciones públicas y las municipalidades de los diferentes departamentos y municipios.

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