El capitán de la selección bicolor y de Comunicaciones, José Manuel Moyo Contreras, esperaba continuar su carrera futbolística y disputar, a sus 33 años, el campeonato de la Liga Nacional. Sin embargo, ahora ha estado bajo los reflectores por la sanción de un año fuera de las canchas por salir positivo en el antidoping.
La Agencia Nacional Antidopaje (Anado) encontró clostebol, un esteroide sintético androgénico con efectos anabólicos. Este suele ser utilizado para aumentar el rendimiento físico en deportistas, por lo que representó para el Moyo una suspensión. Las pruebas datan del campeonato que obtuvo durante su último torneo con Antigua GFC durante el Clausura 2019.
Sin embargo, este no es el único caso del fútbol guatemalteco en el que el antidoping ha resultado positivo, lo que ha terminado en diversas suspensiones.
Antecedentes en el doping
Contreras se ha unido a una lista de jugadores que también han sido suspendidos por uso de sustancias prohibidas. Incluso, ya existen antecedentes del uso de clostebol. Pero, en otras situaciones anteriores, la crisis del doping llegó incluso a las oficinas de la FIFA.
John Méndez, jugador de Municipal, también fue suspendido por obtener positivo en antidoping por la misma sustancia. Con apenas 18 años, el canterano de los Rojos trataba de rebajar una suspensión inicial de cuatro años. Sin embargo, la suspensión final fue de un año y el jugador escarlata ya ha participado con regularidad en la Liga Nacional.
Por otro lado, Marvin Ceballos, quien es recordado por anotar el primer y único gol de Guatemala en mundiales durante la participación de la Sub 20 en Colombia 2011, también fue suspendido por dar positivo por dopaje. Cinco meses después del histórico gol en un mundial para Guatemala, era castigado con dos años fuera de las canchas por resultar positivo de boldenona, un esteroide anabolizante con uso veterinario.
Por dos años, Ceballos no pudo disputar ningún encuentro de fútbol, a pesar de las diferentes apelaciones que le fueron negadas por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Junto a él, Fredy Thompson y Adolfo Machado recibieron el mismo castigo.
El caso que más repercutió en el fútbol guatemalteco fue tras el campeonato de Antigua GFC en 2015. Recién coronados como campeones del torneo, seis jugadores del club dieron positivo en el dopaje de la final por clembuterol, un fármaco utilizado para las enfermedades respiratorias y que está prohibido en el deporte porque aumenta la potencia muscular. De los seis señalados, Nixson Flores y Manfred Russell fueron absueltos, ya que eran cantidades mínimas de la sustancia prohibida la que fue encontrada dentro de sus pruebas. El resto estuvo cerca de ser separado de las canchas por cuatro años. Pero, entre apelaciones y disputas, ninguno fue suspendido.
La decisión de absolver hasta seis jugadores por doping llegó hasta FIFA, donde el nulo castigo por parte de las autoridades del fútbol guatemalteco significó la suspensión de dos años a los equipos de Guatemala de los torneos internacionales.
Entre 2015 y 2019, hasta 10 jugadores han sido suspendidos por dar positivo en las pruebas de dopaje sin contar a los 6 jugadores absueltos en 2015 de Antigua GFC y Juan Baena de Xelajú MCS, cuyas pruebas resultaron en cantidades mínimas y no recibió ningún castigo.