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Su infancia fue como la de cualquier otra chica, con dos hermanos mayores es la princesa de la casa, la niña consentida y la protegida de sus padres. Es amante de la fotografía, estudió Comunicación Social y Periodismo, ya que desde pequeña su sueño era ser la mejor fotoperiodista del mundo.

Sin embargo, su vida en Armenia, Quindio (Colombia), dio un giro de 360 grados en los últimos años.

Desde el 2017, Paula Andrea Sabogal Toro, está enfrentando una enfermedad que padecen normalmente los bebés. A ella, se le manifestó a los 19 años y lleva el nombre de dermatitis atópica que ataca el sistema inmunológico, que causa ardor, picazón y heridas en el cuerpo que salen de un momento a otro.

La enfermedad no tiene cura, pero sí tratamiento, por ello, cuando Paula Andrea comenzó con los síntomas de la enfermedad acudió a la Entidad Promotora de Salud (EPS) de Colombia. “En mi país el sistema de salud no es muy buena, ahí no me trataron mucho”, dijo.

Paula agregó que le dieron unas cremas las cuales le funcionaron por tres días y le dejaron de tener efecto. Entonces, acudió con un dermatólogo independiente, después contactó a un alergólogo que se especializa en alergias, ambos le están dando tratamiento.

Según la página de salud MedlinePlus, entre los síntomas de esta enfermedad están:

  • Ampollas que supuran y forman costras.
  • Piel seca en todo el cuerpo.
  • Secreción o sangrado del oído.
  • Zonas de piel en carne viva por el rascado.
  • Cambios en el color de la piel.
  • Enrojecimiento o inflamación de la piel alrededor de las ampollas.
  • Zonas gruesas o con apariencia de cuero.
  • Las erupciones se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo durante un brote intenso.

Cómo le cambió la vida

Paula trabajaba para crear contenidos en las redes sociales, en los cuales principalmente hablaba de amor propio. Cuando se enfermó se comenzó a aislar de las redes y de sus amigos, debido a que de un momento a otro ya eran muy grandes sus heridas y no podía ni vestirse como quería.

“No quería tomarme fotografías porque no me sentía bonita, esta es una enfermedad que ataca muchísimo la autoestima y la parte psicológica”, dijo Paula. Agregó que muchas personas se deprimen, algunas no tienen espejos en sus casas, ni salen a la calle.

“La enfermedad ataca tu piel, yo por ejemplo no me puedo bañar con agua caliente porque es como si la piel se me quemara. Cada día tomo una gran cantidad de medicamentos, me aplico cremas, no me puedo vestir con mucha ropa y le tengo que quitar las etiquetas porque no las soporto”, explicó Paula.

Ademas, la enfermedad la privó en el aspecto social por sus heridas en el cuerpo que le van dejando cicatrices, dejó de hacer actividades como ir a las piscinas o salir con sus amigos. Paula comentó que las heridas no son estéticamente agradables.

¡La sorpresa!

Su vida volvió a dar un giro drástico, ya que hace un par de semanas volvió a las redes sociales, acción que cambiaría su vida. Paula recibió una llamada de una dermatóloga que le pidió se reunieran en un estudio médico donde ven la calidad de vida de las personas que tienen su enfermedad.

“La dermatóloga me preguntó si quería participar y le respondí afirmativamente. Me presentó con otras personas que no tienen espejos en sus casas porque no son capaces de mirar su reflejo y que están aislados de la sociedad como de la familia”, dijo Paula.

“Eso a mí me afectó mucho, me impactó y dije que esto no puede ser posible. Yo he sufrido bastante, llorado mucho, pero no al punto de quitar los espejos de mi casa”, agregó.

Esa misma semana, una propuesta de una amiga de Paula Andrea le daría el impulso que necesitaba. “Ella tiene un estudio fotográfico y ya me había tomado unas fotografías, por eso me preguntó si le colaboraba para una exposición y le contesté que estaba bien”, explicó.

La amiga de Paula sabía de su enfermedad y lo mucho que le atormentaba, por eso antes de publicar cualquier foto se las envió y le preguntó si quería que le editara la piel. “Cuando me vi en las fotografías, miré que eran muy lindas y profesionales y se observa mi piel real”, dijo.

En ese momento, se cansó de ocultarse y prefirió que publicara las fotografías así como estaban. “Estoy cansada de tener que aparentar algo que no soy simplemente para agradar a los demás y entonces esa misma noche lo puse en Twitter”, expresó Paula Andrea.

La cuenta de Paula no tenía muchos seguidores, Twitter no era su red social preferida. Sin embargo, su mensaje publicado: “Jódete sociedad con tus estereotipos perfectos, somos más las personas diferentes que tienen algún tipo de complejo que nos hace únicos y de las cosas malas también hay que sacarles su lado positivo”, tuvo un increíble impacto.

Bien y mal

La publicación de Paula Andrea fue un viernes a las 9:00 de la noche aproximadamente, dos horas después ya tenía cientos de “me gusta”. “Cuando me desperté el sábado había más de 5 mil interacciones, en la noche 60 mil y para el lunes más de 120 mil”, explicó.

Paula Andrea indicó que las personas se identificaron con su historia y le contaron sobre las enfermedades que los acomplejan y por la que sufren.

Ese mismo lunes hackearon su cuenta de Twitter, en la cual las personas se habían identificado con su historia. Paula la recuperó un par de horas después, sin embargo perdió el contenido que tenía desde antes.

Pero no todo fue bueno para Paula, debido a que recibió mensajes que decían que su enfermedad era sarna, que tenía VIH y otros que ella misma se había hecho las heridas en la piel. Además, le pedían que se cortara las piernas o se quitara la vida para hacerle un favor a la sociedad.

Pocos días después, Paula Andrea recibió un mensaje en Instagram que decía: “Paulita, hola ¿cómo estás? Te cuento que sé dónde vives, sé el horario que tienes, los lugares que frecuentas, conozco a tus amigos y qué pena me daría que aparte de tener el cuerpo así tuvieras la cara con ácido, ¡cuídate mucho!”.

Para Paula Andrea, el mensaje fue claro, la estaban amenazando y atentando contra su integridad. Por el momento, no ha interpuesto ninguna denuncia penal, pero sí hizo una denuncia pública en sus redes sociales, además de indicar que no dejará que le afecte ese tipo de comentarios.

Su futuro

Estas últimas semanas han sido caóticas para Paula, cuando publicó en Twitter fue liberador, sin embargo no tenía idea de que la llevaría a salir en los medios de comunicación colombianos e internacionales, que han convertido su vida en pública.

“Me he sentido presionada, no sé, como asustada, pero al mismo tiempo muy feliz porque ya me liberé de algo que me atormentaba mucho. Comprendo el impacto que he tenido y si a través de mi experiencia al dar charlas o apoyar de cualquier otra manera podría ayudar a las personas, lo haré”, comentó.

Paula sabe que su enfermedad la acompañará por el resto de su vida y que no es la misma de hace dos años.

“La enfermedad y los medicamentos que consumo me han transformado el cuerpo, hay unos que afectan mis órganos internos y otros que me engordan. He subido de peso, tengo ropa que no me queda, pero en este momento ya me estoy vistiendo como se me venga en gana”, expresó.

Actualmente, Paula ya finalizó las materias de su carrera universitaria, presentó su proyecto privado y está pendiente de realizar su pasantía. No tiene novio, tampoco está en la búsqueda de alguno, confía en que cuando conozca a alguien que la quiera y acepte como es, será maravilloso.

“La dermatitis no es contagiosa, es una enfermedad que simplemente nace en ti y no se va a contagiar por contacto con la piel ni por la saliva, como muchas personas piensan. Esta simplemente ataca tus defensas y no se te pegará dándome la mano”, concluyó Paula.

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