Muchos niños vienen desde el interior del país en busca de una mejor oportunidad. Ayudar a sus familias es su principal razón, por la que ellos viajan desde muy lejos a la ciudad capital.
Algunos tienen entre 9 a 15 años, alquilan un cuarto pequeño en el mercado de La Terminal y cada mañana salen a lustrar zapatos. Después de una semana ardua de trabajo, unos regresan a su hogar y otros simplemente se quedan en la ciudad para jugar ¡fútbol!
Rachel Juaréz desde hace 4 años posee un equipo de fútbol. La historia inicia cuando forma un equipo de fútbol para sus hijos. “Todo comienza cuando al ser creado para mis niños y primos, los pequeños trabajadores siempre llegaban a ver los partidos. Por eso, decidimos incluirlos y ahora son parte de nosotros”. En ese momento, la vida le ha puesto en su camino a los protagonistas de este relato. Cada sábado, a las 3:00 p.m., el equipo Chacaritas se junta para jugar en una liga, su punto de reunión es el “Campo Marte”. (Ver video)
“El nombre Chacaritas surge por un árbitro que los ve jugar”, comenta Juaréz. Uno de los problemas que experimentan los chicos, es que muchas veces las personas los juzgan sin conocerlos. “A mis patojos en esta liga no los quieren, ya que en ocasiones los miran como un peligro para sus hijos”. “El equipo tiene cuatro años, hay muchos jóvenes que se van y regresan, mientras otros se quedan por ser parte de un equipo”.
Con mucha emoción, Chacaritas se prepara para jugar, con uniformes viejos y zapatos ya gastados. Su felicidad por patear el balón no se acaba. “Antes mi esposo les traía implementos de Panamá, pero por cuestiones personales ya no se pudo más”, dice Rachel.
Chacaritas necesita nuevos implementos para seguir en la competición. “Hay personas que nos han ayudado, pero cada vez se necesitan nuevas cosas, toda ayuda es bienvenida”, relata Juaréz.
Si deseas ayudar a estos chicos puedes contactarte con Rachel Juaréz de Ortiz. “Lo único que espero es ver jugar a estos chicos a un gran nivel”.
