Las pajillas de bambú ayudan al medio ambiente y son una opción para beber imagen

Carlos es un emprendedor que ha buscado reducir la contaminación en Guatemala y el mundo, por ello ahora tiene sus pajillas de bambú.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Carlos Flores inició en 2014 con una empresa que elaboraba té, además de hacer los accesorios para consumir el líquido, en sus mezclas decidió colocar sabores tradicionales de Guatemala y que las personas se pudieran sentir identificadas con esos aromas tan deliciosos de nuestra tierra.

Entre los accesorios que se le ocurrieron crear a Carlos estaban las pajillas, pues como en Argentina se utilizan herramientas para beber el mate, entonces fue donde se le ocurrió hacer las pajillas de bambú, para que fuera más fácil tomar los líquidos.



Foto: Comparte Organics. 

Al ver la calidad de pajillas que estaban desarrollando, a Carlos también se le ocurrió que esas pajillas podían servir para refresco.

Carlos tenía más sueños por cumplir

Pero Carlos no se quería quedar únicamente allí, si no que en 2015 decidió abrir un café en Quetzaltenango, pero fue hasta 2016 que decidieron poner a la venta sus productos ecológicos.

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Ahora distribuye sus productos en tiendas que se dedican al cuidado del medio ambiente en Quetzaltenango, La Antigua Guatemala, Sololá y la ciudad de Guatemala.

Lo que busca Carlos es que más personas se puedan unir al movimiento del cuidado del planeta, pues hay varias alternativas para sustituir el plástico, entre ellas estas pajillas de bambú que son ecológicas y su descomposición es biodegradable.

Carlos asegura que por cada restaurante que optara por usar pajillas de bambú se estarían eliminando 5 kilos de desechos y se podrían ahorrar hasta Q2 mil en compra de plásticos anualmente.



Foto: Comparte Organics. 

Pajillas 100 por ciento guatemaltecas.

Las pajillas de bambú son hechas 100 por ciento por personas guatemaltecas con productos naturales que se cosechan en el altiplano del país.

“Imaginemos el gran cambio que podríamos hacer en el país y en el mundo, si dejáramos de pensar que las pajillas son desechables y este sería un gran paso, tanto en las empresas como con el ecosistema”.

Las pajillas de bambú se pueden lavar con agua y jabón y volverlas a utilizar. Su uso es de aproximadamente dos años de vida útil.

El costo de cada pajilla es de Q30 y viene acompañada de una bolsita que está hecha con telas guatemaltecas. Para adquirirlas se puede hacer por Internet en sus páginas sociales.



Foto: Comparte Organics

Comparte Organics es como se encuentran en Facebook y en Instagram como Comparte.te, en estas páginas se pueden encontrar las pajillas y ayudar para conocer esta alternativa que ayuda al medio ambiente y a salvar a la vida marina del mundo. 

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