El arqueólogo submarino mexicano Guillermo de Anda siempre soñó con convertirse en explorador de la organización mundial National Geographic (NatGeo). Un día, sentado en su oficina, recibió una llamada que le cambiaría la vida y cumpliría su sueño. Actualmente, es explorador emergente de NatGeo y se especializa en cenotes y búsqueda de vestigios de la civilización maya.
Para Octavio Aburto, biólogo marino especializado en conservación de manglares y mares, todo comenzó con un proyecto de documentación del único río sin presas de México. Este fin de semana, Aburto y de Anda, junto a la exploradora Janni Benavides, visitarán la Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua), en donde compartirán sus experiencias con los guatemaltecos.
Este viernes, se llevó a cabo un conversatorio de presentación con Aburto y De Anda, quien mostró su interés por explorar la Samabaj, una ciudad sumergida en el Lago de Atitlán. En la charla, ambos exploradores relataron sus experiencias y tocaron temas de actualidad como la contaminación de los mares y el tráfico de piezas arqueológicas.
Un sentimiento increíble
Muchos niños han soñado con convertirse en exploradores y en un país tan rico en cultura e historia como Guatemala, las oportunidades pueden estar escondidas en algún sitio maya bajo la maleza.
Guillermo de Anda describe la experiencia de ser explorador como algo maravilloso. “Tienes una gran libertad y un privilegio de descubrir cosas que no se conocen”, comentó. Para Octavio Aburto, “estar en un lugar donde nadie ha estado o descubrir algo que nadie conoce es una sensación increíble”. Sin embargo, ambos concuerdan en que lo más importante de ser un explorador es la emoción de compartir con la gente lo que documentan y descubren. “Esa es la mejor satisfacción”, agregó de Anda.
La mejor experiencia para mí ha sido que los muertos me platiquen cómo fue su vida. Es una paradoja. He aprendido acerca de nuestros antepasados al encontrarme con sus restos. Que sus huesos me hablen de la historia es de lo más extraordinario que me ha sucedido. Guillermo de Anda, arqueólogo.
Mi mejor experiencia fue cuando un lobo marino de dos meses de nacido mordió mi snorkel mientras buceaba. Me recordó que los animales también tienen el derecho de vivir y descubrir. Las amistades que entablamos entre humanos y animales es algo muy especial. Octavio Aburto, biólogo.
La problemática del plástico
La contaminación de los cuerpos de agua por plásticos y derrames es un tema todavía difícil de solucionar. Durante el conversatorio, Aburto recalcó la importancia del cuidado del medio ambiente, especialmente de evitar estos materiales. “El problema es que las botellas o popotes (pajillas), los usamos una vez y los tiramos y no tenemos la capacidad para reciclar todo el plástico que consumimos diariamente”, mencionó.
Para el experto en manglares y océanos, el problema viene de las generaciones pasadas que no pensaron en las consecuencias. “No nos va a pasar nada si dejamos de usar plástico”, expresó. A esto, de Anda agregó que la historia tiene un fin, “se puede aprender de los errores y aciertos del pasado para no cometerlos en el presente”, agregó el arqueólogo.
Lo más profundo que Aburto ha descendido como explorador marino fue en un sumergible especial con forma de burbuja que permite bajar hasta 500 metros. “Hemos descubierto nuevas especies y, desafortunadamente, también plástico a grandes profundidades”, relató el biólogo.
“El cáncer de la arqueología”
Como el “cáncer de la arqueología” describe De Anda al saqueo y tráfico ilegal de piezas arqueológicas. “Es paradójico que gran parte del conocimiento de la vida cotidiana de las grandes cortes mayas provienen de vasijas de Guatemala producto de saqueo”, comenta el arqueólogo, quien agrega que esto es un problema que se da en todo el continente.
De Anda dijo que el saqueo por parte del narcotráfico y de personas mal orientadas, como agricultores, lleva a la destrucción de piezas e incluso, dificulta el acceso a sitios arqueológicos que sirven para entender sobre las grandes civilizaciones. “Todos los elementos guardan un tesoro increíble de información. Es una problemática grave y difícil de resolver”, señaló De Anda.
Para el explorador, las piezas arqueológicas deben estar expuestas en el mismo país donde son encontradas, en su contexto. “Es un mito decir que nuestros países no pueden controlar su propio legado cultural”, comentó. De Anda añadió que es posible conseguir el presupuesto para conservar el patrimonio de un país. “Decir que no existe el dinero es un pretexto para sacar piezas del país”, indicó.
En Guatemala, de 2010 al 2017 se reportaron 33 bienes arqueológicos robados, 192 reclamados en subastas internacionales y 5 mil 21 recuperados, de acuerdo a estadísticas del Departamento de Prevención y Control de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, del Ministerio de Cultura y Deportes.
El futuro de la exploración
Aburto motivó a los asistentes a convertirse en exploradores diciendo que nunca dejarán de ser curiosos. “Desafortunadamente los sistemas educativos nos hacen perder la curiosidad. Las escuelas y los adultos debemos alimentar la curiosidad que tenemos de niños para tener grandes exploradores”, comentó
Sobre este tema, De Anda menciona que si un joven tiene la pasión por una carrera que no se considera bien remunerada, debe seguir su pasión. “Si les gusta, van a hacer un gran trabajo y así tendrán una mejor remuneración”, indicó el arqueólogo, quien espera que carreras como la biología o arqueología “sean cada vez mejores, más dignas y que se reconozcan mejor”.
- Los horarios de presentaciones de los exploradores es sábado 21 y domingo 22 de julio a las 10:00 y 16:00 horas, en el Salón Jesús Chico García de la Filgua, instalada en el Fórum Majadas de la zona 11.
Fotografías: Gabriel Soto