Josué y sus celos peligrosos imagen

Los niños tienden a estar celosos por el nacimiento de un hermano. Pero, el caso de Josué resultó ser muy peligroso.

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La atención de sus padres al 100 por ciento es importante para un niño, pero cuando llega el hermano intruso, los celos se apoderan de él, a tal punto de llegar a ser violentos Ese fue el caso de Josué. 




Los celos pueden ser subjetivos, que crean una sensación de frustración al imaginar que ya no somos correspondidos emocionalmente por las personas que queremos, por el simple hecho de no sentir su aprecio con la misma intensidad que antes.

Y esto es muy común en los niños cuando llega una nueva persona a su vida, por ejemplo, un hermanito. Es lógico que la atención hacia el infante disminuya, puesto que los padres tienen una nueva responsabilidad. De cierto modo, el pequeño siempre quiere la misma atención que antes se le proporcionaba y al sentirse rechazado, por así decirlo, comienza a demostrar un comportamiento negativo.




El psicólogo, Carlos Pajuelo, afirma que a los padres les suele perturbar que los hijos demuestren conductas de celos, por lo tanto es necesario que entiendan que este comportamiento es normal y lo que deben hacer.

Tener celos fue el caso de Josué, de 6 años, que al nacer su hermano, demostró esta conducta celosa. Debido al cambio de su temperamento tan drástico, su madre Verónica, trataba de mantenerlo lejos del bebé por su seguridad. El niño ya había intentado hacerle daño a Luis, su hermano menor de tan solo 8 meses. El primer incidente fue con una pelota de béisbol, se la lanzó directamente al pómulo, el cual se hinchó por el impacto.

La segunda ocasión, Josué empujó a su hermano de la araña y le ocasionó una caída haciéndolo llorar fuerte. La tercera y la cuarta vez fue de la misma manera: mordiéndolo fuertemente en sus brazos y piernas. Verónica y Daniel, su esposo, lo llevaron con una psicóloga infantil para que tratara a Josué, puesto que la gota que derramó el vaso fue cuando intentó ahogarlo en un baño que usaban para bañar a Luis.




Josué no solamente sentía celos, sino que tenía un sentimiento de odio muy desarrollado hacia su hermano menor y esto no ocurría solo con sus padres sino con la familia que llegaba a visitarlos. Según su psicóloga, Susana Contreras, los celos infantiles se manifiestan de una manera agresiva como morder, pegar y gritar.

Las recomendaciones para los padres

La psicóloga asegura que hay pasos que pueden ayudar a los padres por esta conducta celosa.

Entender qué lo provocó

La llegada de Luis hizo que Josué sintiera una pequeña ausencia de cariño hacia él, ya que la responsabilidad debía dividirse.

Dejar que exprese lo que siente

Claro, debe expresarse de una manera adecuada. Cuando se visualice que el niño está teniendo ataques de celos, lo recomendable es acercarse a él y decirles que se entiende por lo que está pasando, pero el daño físico no es la respuesta.




Estar pendientes de lo que lo ocasiona

Los padres deben estar al tanto de qué disparan los celos del infante. “El error de los papás de Josué fue que no le explicaron que la atención ya no sería solo para él, que se compartiría tiempo y cariño con el nuevo miembro de la familia”, indicó Contreras.

Compensar la falta de atención o algún acto con juguetes, nunca será la solución. Lo mejor es la comunicación de padres e hijos para buscar soluciones alternas a lo que esté sucediendo en la familia.

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