José le dice adiós a Choco Café imagen

La leyenda de La casa de los espíritus es una de las más conocidas en Xela. ¿La conoces?

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Choco Café, “La casa de los espíritus”, en Xela, abrió por primera vez, el 6 de abril de 2011. Conocida no solo por la venta de su chocolate y bar, sino también porque guarda una actividad paranormal, que ahora se despide de su antiguo lugar. ¿La conociste?



Foto: Astrid Díaz 

La casa perteneció a un ingeniero alemán del Ferrocarril de los Altos. Él, junto a su esposa y empleada se establecieron en Quetzaltenango. Debido a su trabajo, el profesional construyó una torreta para el control del movimiento ferroviario.

“Luego de una fuerte epidemia, la esposa y empleada del hombre alemán murieron en la casa y este las enterró en el jardín y regresó a Alemania”, comentó Romero Alejandro Ríos, dueño de Choco Café.

“Durante algunas remodelaciones se encontraron restos de los cuerpos, por lo que las tumbas aún permanecen en el lugar”, dijo Romero. Los años transcurrieron y la casa fue vendida a Marcelo Ixquiac, quien la mantuvo por dos generaciones. En los años 60, la residencia pasó a manos de la familia Salazar. En aquella época, un hombre soltero y su mamá vivieron por mucho tiempo.

La señora Salazar tenía 6 hijos, debido a que el terreno era muy grande, lo dividió en 6 para que cada uno tuviera su propia casa. Sin embargo, su hijo José Luis Salazar, de 34 años, era soltero, por lo que acordaron que viviera con ella. “A él le gustaba beber y fumar. La torreta se convirtió en su habitación y una noche vio por la ventana a una mujer muy hermosa que lo llamaba en el patio, pero al bajar ya no había nada”, mencionó Alejandro.

Dicha situación se repitió en varias ocasiones y, al pasar del tiempo, José se enamoró de la mujer. Al darse cuenta que se trataba de un fantasma, se ahorcó en una de las vigas de la torreta. Desde entonces, se dice que él es el espíritu que más se manifiesta en el lugar.



Foto: Romero Alejandro


Foto: Romero Alejandro

“José era un hombre muy enamorado y acariciaba el pelo de las mujeres”. “Nosotros teníamos un tour por la torreta que costaba Q1 y muchas comentaban que les tocaban el cabello o incluso sentían una presencia. Entonces, colocamos un libro para que nos contaran sus experiencias”, expresó Romero Alejandro.

José y sus amigos

Son muchas las apariciones que existen en el lugar. José tampoco está solo, ya que como si fuera una persona de este mundo, también lo acompañan unos amigos. 

Existe una niña que murió de hambre y deambula por el lugar porque no descubre aún que está muerta. “Yo sí logré verla varias veces, siempre se mantiene jugando. Una vez, una persona vidente me dijo que ella quería un chocolate, ese día estábamos solos, le llevamos una paleta de chocolate a una mesa y seguimos platicando, al poco tiempo se escuchó que abrió el envoltorio. Fue algo increíble”, comentó Romero.



Foto: Romero Alejandro

No solo Romero logró experimentar una situación paranormal, sino también, muchas personas han presenciado los actos paranormales que volvió famoso al restaurante. Una vez llegó un cliente y mencionó que su abuela vivió en el lugar y se le había muerto una niña de 4 años”, indicó Romero.

En el 2014, dejé mi trabajo de periodista de 18 años, decidí mudarme a Xela y tomar la administración del restaurante.

Como si aún estuvieran vivos, los espectros se mantenían activos a cualquier hora, ya que ellos son los verdaderos dueños del lugar. “También existe un hombre malhumorado que se mantiene en la bodega”. Son cientos de relatos, incluso mencionan que el sitio se ha incendiado en dos ocasiones. 

Nuevo comienzo

El 31 de octubre, La casa de los espíritus se despidió de su emblemático hogar, de la convivencia con sus “amigos” del otro mundo. Mi mamá creó el restaurante para dar a conocer el chocolate de Xela. Sin buscar a los espíritus, pasaron cosas paranormales. La historia del lugar la armamos con mi madre con base de los relatos de los vecinos y las personas que le contaban”, relató Alejandro. 



Foto: Romero Alejandro

Esta ha sido una historia que llamó la atención de investigadores nacionales y extranjeros. El programa Extranormal de México y Guatespantos nos visitaron y siempre encontraron actividad paranormal”. 





“Un día un grupo de rock dejó su batería en el lugar y solo nos encontrábamos con un amigo. De repente, sonó el platillo, fue algo que me sucedió en los primeros años”.

Los actuales dueños, unos empresarios del lugar y escépticos a estos sucesos instalarán oficinas de un nuevo proyecto. “Van a poner una ONG, por eso ya no estamos ahí”. “Intentamos negociar la compra, pero era una cantidad muy exagerada. Ellos no creen en fantasmas. Siempre que mi madre les decía que espantaban solamente respondían que eran casacas‘”.

 En Xela ¡sí espantan!

Ahora, Choco Café la Casa de los Espíritus tiene un nuevo hogar, ubicado cerca del Parque Central, en la Diagonal 12, 4-13, zona 1. Romero comenzará desde cero, sin olvidar a sus antiguos amigos. “Estoy trabajando una temática que se puede llevar a cualquier lugar. Si hay actividades paranormales bienvenidas sean. Hace poco que inauguramos, en las cámaras, se observó como un muñeco que llevaba varios días se cayó”. 

La casa de los espíritus abrió su nuevo capítulo esperando ver qué les deparará el futuro. “Tenemos que dejar que la misma casa nos cuente su historia, hay que recordar que son muy antiguas y en todas siempre hay espíritus”, narró Romero. 

Las puertas antiguas se cierran y las nuevas se abren esperando continuar con la tradición, despidiendo a sus antiguos amigos. ¿Será que José y sus amigos visitarán nuevamente a su antiguo dueño?

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