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Daniel González tiene siete años. Su gran sueño es convertirse en un atleta profesional; un corredor. Le gustaría ganar muchas competencias y tiene como meta llegar a participar en unos Juegos Olímpicos.

Más de 320 niños como Daniel, con grandes sueños y aspiraciones, viven hoy en situaciones de pobreza. Es por pequeños como él que nace Futuro Vivo.

Desde hace 20 años, las Hermanas Carmelitas de la Enseñanza impulsan el proyecto, con el objetivo de apoyar a niños que habitan en áreas de riesgo.

El proyecto cuenta con cobertura en la Ciudad de Guatemala y en Cobán, Alta Verapaz, en los siguientes ejes:

  • Creación de oportunidades de desarrollo y productividad.
  • Educación gratuita, integral y de calidad para los niños.
  • Fortalecimiento y generación de soporte social para toda la familia.

En esos años, la vida de los infantes y sus familias ha mejorado considerablemente, dándoles una oportunidad para acceder a educación, programas de formación, recreación y mucho más.

“Entendemos que es necesario involucrar a los padres. Cuando ingresa un niño, también ingresa la familia para generar ambientes sanos”, comentó la hermana Savina Almonte.

Padres y madres son capacitados en talleres productivos. A largo plazo, han mejorado su colocación e inserción laboral. Tal es el caso de los padres de familia que participan en el taller de chocolates Xocolatl.

En estas dos décadas, Futuro Vivo ha beneficiado a más de 1 mil 500 personas, entre niños, sus familiares y replicadores del proyecto.

Diariamente, las hermanas trabajan en distintos ámbitos en los dos centros del proyecto: una escuela en zona 16 y otra en Samayac.

En cuanto a educación, las dos escuelas han recibido en sus aulas a 320 infantes, desde 0 a 15 años de edad.

Los pequeños reciben desayuno y almuerzo todos los días. La comida es preparada por las manos de las mismas madres, quienes también aprenden sobre cómo elaborarla de forma saludable y segura.

Los padres se encargan de los huertos comunitarios, donde siembran y cosechan alimentos de consumo interno. Unos 70 hogares también han replicado el modelo de las huertas familiares.

El tema de la salud también es importante para el proyecto. Niños y adultos reciben atención médica familiar, pediátrica y odontológica, así como talleres educativos.

Futuro Vivo trabaja para cumplir sueños, por medio de programas de prevención de riesgo social. Con esto, brindan a los jóvenes la madurez para rechazar maras, las drogas o cualquier conducta perjudicial para la persona y la sociedad.

Esto se logra con el deporte y las artes, programas que los jóvenes disfrutan. De tal manera, invierten su tiempo libre en actividades lúdicas y recreativas.

Todos estos servicios son gratuitos. El proyecto se sostiene de donaciones y voluntarios que han vivido y visto con sus propios ojos la gran labor que se realiza.

“Futuro Vivo me aporta muchas alegrías, aunque han habido momentos difíciles, como el tema financiero. Pensamos que ya no podremos y allí es donde está Dios”, mencionó Almonte.

Por ello, anualmente se lleva a cabo la “Gala por los sueños”, un evento para recaudar fondos para el proyecto. Así, logran solventar gastos como salarios, alimentación, gastos médicos e insumos educativos.

El evento consiste en una cena de gala. Este año, cuenta con la participación de los chefs de talla internacional: Mario Campollo, Fabiola Pereira, Mirciny Moliviatis, y el barman Luis Eduardo Rizzo.

“Futuro Vivo le dio un sentido a mi vida. Fue un lugar que Dios me puso, en donde yo sabía que podía ayudar a mi país”, comentó entre lágrimas la chef Fabiola Pereira.

“Recuerdo una vez que llegué a visitar la escuela. Un niño vino hacia mí y me dio el abrazo más cálido que había recibido en mucho tiempo. Puede que muchos adultos hayamos dejado de soñar, pero ahora podemos ser cumplidores de sueños”, refirió Moliviatis.

En esta cena, los invitados podrán degustar platillos que reflejan la riqueza cultural y gastronómica de Guatemala. Los padres y madres de familia participantes del proyecto serán el personal de servicio y las manos que cocinan.

Además, podrán disfrutar de una representación ancestral preparada por una agrupación de papás para amenizar la noche y destacar la cultura guatemalteca.

La gala será el martes 27 de agosto, a las 19:30 horas, en el Gran Salón Azaria, Paseo Cayalá.

Las entradas ya están a la venta en Todoticket. La donación es de US$100 por una velada especial junto a amigos y familiares.

“Todos los fondos recaudados serán para Futuro Vivo”, aclaró Almonte. La preventa para este evento único acaba en la primera semana de agosto.

En 2018, se estimó que unas 15 mil personas, en su mayoría adolescente, son miembros de alguna pandilla en Guatemala.

Unos 3 millones 494 mil 122 de jóvenes, entre 15 y 24 años, están en riesgo de ser reclutados por las maras, según un estudio del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEN).

Conoce más sobre Futuro Vivo, en su sitio web y página de Facebook. 

Fotos: Elena Gaytán, Futuro Vivo.

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