Historia de las fotografías
David Chancellor es un reconocido fotógrafo de National Geographic, quien ha viajado durante años por el mundo para capturar momentos significantes. En esta ocasión su destino fue Kenia, lugar donde se encontró con un elefante que había sido asesinado por cazadores.
El fotógrafo cuenta que mientras caminaba por la selva, escuchó disparos: “Llegamos justo después del atardecer y mi principal preocupación era que estábamos perdiendo luz. Encontramos un guardabosques que estaba a pie y caminamos hasta la ubicación aproximada del disparo”.
Chancellor relata que cuando llegó al lugar, lo primero que se le vino a la mente fue la etapa de su juventud, en la que trabajó en una carnicería.
“Lo primero que me golpeó fue el dolor de mi juventud mientras trabajaba a tiempo parcial en una carnicería, me detuvo en seco”.
Frente a frente con el maltrato
Después de varios pasos se encontró con el elefante, “durmiendo”. El animal ya se encontraba en el suelo, muerto. A medida que avanzaban lentamente, podían ver que ya no respiraba.
Lo más terrible sucedió a los segundos. Chancellor siguió su camino y se encontró una impactante imagen: delante de él estaba la trompa del elefante, cortada. Este acto fue realizado por cazadores furtivos, quienes acostumbran cortar la cara de estos animales, junto con su trompa. Luego huyen de la escena y retiran el marfil del lugar.
“Mientras me movía hacia la parte delantera del elefante, me desplomé de rodillas. La escena tranquila era ahora de absoluta brutalidad”, relata el fotógrafo.
Las fotografías publicadas en la plataforma son impactantes. En la primera se puede observar al animal, acostado, de espalda; en la segunda, la trompa cortada; y en la tercera, la cara desfigurada, sin trompa ni colmillos.
Esta es una historia que busca hacer conciencia de la dura realidad que experimentan los animales en la selva; a la vez, fomentar en los lectores el cuidado que todos los seres vivos merecen.