Taxis PM, carreras nocturnas imagen

Un grupo de hombres se reúne todas las noches con un solo objetivo: conseguir clientes.

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Cinco hombres se divisan a lo lejos, tienen en sus manos vasos o termos llenos de café y visten para protegerse del frío de la avenida. Casi siempre están reunidos alrededor de los teléfonos públicos de la esquina, viendo quién podría ser su próximo cliente.

Nada los espanta, excepto el sonido de la ambulancia anunciando su llegada al hospital o el policía de EMETRA tratando de quitarlos del lugar. También, cuando su mirada se distrae viendo a una que otra enfermera.

Los días parecen no cambiar, mientras la ciudad duerme, ellos trabajan. Este grupo de taxistas ha conseguido un nicho de mercado frente al Hospital General San Juan de Dios, quienes desde las 7 de la noche esperan a sus clientes y terminan hasta la madrugada.
Pero, lo que realmente les hace peculiares son el tipo de clientes que llevan y sus experiencias inusuales.




Uno de ellos, que solo quiso identificarse como búho cuenta que dentro de su carro ha visto de todo, desde personas a punto de dar a luz hasta gente que prefiere “morir antes de entrar al hospital”. La anécdota que más recuerda es cuando,
en una noche, encontró a una mujer saliendo de un asentamiento del Incienso desangrando y pidiendo ayuda, dice que tuvo miedo porque podía ser una trampa, pero le conmovió ver que detrás de la muchacha había un niño pequeño llorando.

Él la ayudó, pero no fue hasta que llegaron a la emergencia que notó que la señora estaba embarazada y que su esposo bajo efectos de alcohol le había hecho una herida con cuchillo cerca de su vientre. “Gracias a Dios la doñita se salvó y tuvo a su bebé,
ya no la volví a ver, pero ha sido lo más fuerte que me ha pasado como taxista”.

Otro compañero, al que le dicen colocho habla sobre las “parejitas” que por ahí recoge. Recuerda cuando un doctor y una enfermera del hospital se subieron a su taxi y cuadras después “la esposa los cachó, hasta la policía llegó para calmarlas,
porque se estaban golpeando”.




Al hablar con ellos, todos coinciden en que su mayor miedo son las extorsiones y los robos. De forma graciosa, también dicen que su “dolor de cabeza” es la PMT. Y aunque sus servicios sean nocturnos, tienen un listado de lugares a los que evitan ir, como:
las colonias Las Calaveras, Lourdes, La Chácara y Santo Domingo, El Edén, barrio El Gallito y el área del basurero, la Limonada, Lomas del Edén, alrededores del cementerio La Villa de Guadalupe, entre otros.



Fotografía: Es estímulo

Requisitos

Para que una persona pueda prestar el servicio, la Municipalidad capitalina requiere: la solvencia de multas recientes, DPI, boleto de ornato y tarjeta de circulación legalizada.

También deberán entregar una carta en la que conste que el vehículo que utilizarán se encuentra en buen estado y el RTU actualizado.

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