El gesto de Sebastián hizo llorar de felicidad a un cajero con discapacidad auditiva imagen

Esta es la historia de un niño que le agradeció a un empleado con lenguaje de señas. Conoce lo que hay detrás de esta acción.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Desde sus primeros años

Todo comenzó en Tutorkids, una guardería que lleva cuatro años de atender a varios niños, mientras sus padres laboran. El primer año, solamente tenían a su cargo 2 niñas, el siguiente lo terminaron con 18, el tercero con 35 y en la actualidad cuidan a 29 niños.

En la institución, también manejan contenidos de aprendizaje que están basados en el Currículo Inicial Base (CNB):

  • Pre-matemática: se repasan los colores, conceptos básicos, las figuras, el conteo, entre otros.
  • Pre-escritura: estimulan el movimiento de las manos y la coordinación de los ojos para todos los trazos iniciales.
  • Pre-lectura: en esta sección se llevan a cabo procesos de reconocimiento, verbalización, escritura de las vocales y consonantes, según la edad.
  • Sensopercepción: son actividades que involucran y estimulan todos los sentidos.
  • Danza y ritmo: junto con motricidad gruesa para el desarrollo de los movimientos del cuerpo y equilibrio.



























Paola de García, una de las fundadoras y encargadas de Tutorkids, cuenta que un día decidió implementar también el lenguaje de señas, así comenzó a enseñarle a los niños algunas expresiones básicas.

“Nosotros lo hemos implementado en todos los grados que tenemos. Desde los 6 meses hasta los 4 años. Es increíble, ya que es una edad que absorbe este lenguaje de una manera eficaz. Lo importante es cómo se refuerza mediante las actividades”, expresa Paola.





A pesar de que el recibimiento de este nuevo lenguaje fue bueno, no imaginó que las repercusiones fueran a ser tan gratificantes.

El día que Sebastián hizo llorar de felicidad a alguien

Cinthia Guerra, la madre de Sebastián, acudió a comprar al supermercado, se acercó a la caja para cancelar, pero su hijo observó detenidamente a quien los atendía y se percató que era una persona con discapacidad auditiva. En ese momento, el niño puso en práctica el lenguaje de señas aprendido en la guardería y le agradeció de esa manera. 

El cajero no pudo contenerse y derramó varias lágrimas por la acción del niño.

Este hecho podría parecer tan simple, pero probablemente mejoró el día de la persona con discapacidad auditiva. Situación que motivó a la madre de Sebastián a involucrarse y aprender el lenguaje de señas.

Esta historia muestra la importancia de la inclusión en el país, de brindar felicidad a muchas personas con diferentes discapacidades. No es cuestión de hacer la diferencia, sino de crear un mundo con menos discriminación e indiferencia. 

Fotos: Tutorkids

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