Blanca Estela García Pérez tiene su propia peluquería, en la que enseña a otras mujeres a cortar pelo, pero también les brinda cortes gratis a adultos mayores y a indigentes.
Pero la historia de García Pérez empezó desde que era muy joven, pues siempre le gustó tocar, arreglar y cortar cabello.
Conforme fue creciendo, se fue dando cuenta de que le gustaba mucho ayudar a las personas y cambiar la forma en la que se veían. Pero su perspectiva cambió cuando tuvo que ayudar por primera vez a un indigente, ya que a su salón llevaron a un hombre que aparentaba avanzada edad, pero al cortarle el pelo y la barba se dieron cuenta de que no era tan grande como parecía.
Unas monjitas fueron a recoger a un indigente al parque central y luego lo llevaron al salón. Le cortamos el pelo, la barba, lo bañamos y le pusimos ropa limpia. Él estaba muy feliz, dijo que se sentía como un rey, pues siempre había vivido como un mendigo”. – Blanca García.
Esa fue una experiencia única, pues asegura que sintió el verdadero amor hacia su trabajo al ver a aquel señor muy ilusionado y contento. Al poco tiempo, García Pérez decidió unirse con las monjitas para poder cortarles el pelo a más ancianos y así ayudarlos con sus propias manos.
Uno de los lugares a los que llegamos para ayudar es el asilo de ancianos ubicado en la 2a. avenida de la zona 1. Nosotros llegamos a cortarles el pelo a todos los señores”. – Blanca García.
García Pérez también ha dedicado su vida a enseñarles a más mujeres el arte de cortar cabello, pues asegura que se pone muy contenta cuando les explica a sus alumnas de qué manera tienen que cuidar el pelo y cómo lo deben cortar. Tiene más de dos décadas de dedicarse a dicha profesión, y ahora su salón se encuentra sobre la 10a. calle y 12 avenida de la zona 1.
Actualmente atiende a más de 30 ancianos y personas indigentes que llegan a cortarse el cabello, sin ningún costo.
Mire, yo le he pedido a Dios no sentir los olores, que cuando esté cortando el pelo no haga caras y que tampoco me dé cuenta de los piojos. Siempre le pido a Dios que me ayude”. – Blanca García.
Ella ha dedicado mucho tiempo a ayudar a las personas que no tienen hogar, por lo que ha puesto su trabajo al servicio de los indigentes.