Así le esconde Renata el vicio a sus padres imagen

La “Juana” es la droga preferida de Renata, pero su vicio la ha llevado a ingeniárselas para ocultarla de los adultos.

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La premisa es clara: “Escóndelo donde tu mamá no revise”. Este es el consejo de Renata para quienes guardan marihuana y buscan tenerla oculta de sus padres, una apuesta que la ha llevado a desarrollar las más ingeniosas estrategias de escondite.

Olvídate del cajón de las calcetas, calzones y el clóset; si lo pones allí, seguro te la encuentran”. – Renata M.

Para Renata, una joven de 17 años, consumir marihuana es un hábito tan común como tomar café. Cada mañana, antes de salir para el colegio, y por las tardes gusta de “echarse los toques”, a escondidas de las miradas críticas y de cualquiera que pueda evidenciarla ante Ileana o Rubén.

Echarse el toque no es el problema, sino evitar que mis papás la encuentren y comiencen a preguntar”. – Renata M.

Para ocultar su vicio, la adolescente tardía ha ideado un sistema de escondites y técnicas que le ayudan a mantener en secreto su vicio. “Siempre hay que estar alertas y no confiarse, es mejor si se cambia el lugar de vez en cuando para que no te la encuentren”, indica.

Junto a sus amigos comparten experiencias y las técnicas más efectivas para esconder los insumos que les sirven para fumar. De acuerdo con Renata, lo principal es no esconderlo tan bien que cueste sacarlo, pues esto despierta sospechas.

Luego está el tema del olor, ya que la “mota” despide un olor fuerte y característico. Para evitar que sus cosas se impregnen de este olor, la técnica es sencilla: usar una bolsa ZipLoc. “Allí podés meter tu ‘nena’ y la envolvés en un papel de chocolates, para camuflarla”, agrega la joven.

El Informe Mundial sobre Drogas 2019, de las Naciones Unidas, revela que el cannabis es la droga predilecta de unos 188 millones de personas en el mundo.

Es importante esconder la “Juana” en lugares a los que tus padres no accedan con regularidad, relata Renata. Generalmente, son efectos personales o espacios que dada su cotidianidad no despiertan suspicacias.

Tu mochila del colegio, de la universidad, dentro de los paquetes de toallas sanitarias; incluso, se puede esconder dentro de una maceta. Yo, personalmente, la guardo en mi caja de medicinas para la alergia”.

De acuerdo con el Informe Mundial sobre Drogas 2019, de la ONU, cada año unas 585 mil personas fallecen por el consumo de drogas. Pero para Renta y sus amigos, este no será su caso: “Lo hacemos para divertirnos y poder estar relajados, no es nada serio”.

Renata y sus amigos forman parte de la estadística guatemalteca de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión contra las Adicciones y Tráfico Ilícito de Drogas (SECCATID), la cual revela que el 22.06 por ciento de la población, entre los 15 y 19 años, “fuma marihuana”.

Otros lugares que Renata recomienda para esconderla, son los libros del colegio, el depósito del inodoro (un sistema más complejo, pues se debe evitar que el agua le entre a la bolsa); los peluches de tu cuarto, el cielo falso y hasta detrás de los zócalos de las paredes. “Ningún esfuerzo es demasiado, si de esconderla se trata”, afirma la joven.

Aunque ha corrido con suerte los últimos dos años, pues ha evitado que la descubran, Renata tiene clara una cosa: esconderla es una parte importante de mantener su vicio, pero hay otras cosas que se deben tomar en cuenta.

Si sos fumador habitual, procura llevar siempre gotas oftálmicas; te van a servir para esconder el rojo de los ojos, luego de un toque. Además, sostiene que la mejor forma de evitar que te descubran es: aprenderse los horarios de tus papás y volver a casa luego de que se te haya ido el efecto”. 

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