Adermatoglifia, donde no existen las huellas imagen

Sus huellas dactilares son casi inexistentes. Para Adela, hacer un trámite o identificarse es cada vez más difícil.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Como un crimen perfecto, Adela va a cualquier lugar y no deja rastros. Sus huellas dactilares son casi inexistentes, debido a que padece adermatoglifia (ausencia total de este tipo de marcas).​

Este padecimiento es sumamente raro, ya que apenas se conocen unas pocas personas en el mundo afectadas por el mismo. Un estudio, publicado en 2011 por el American Journal of Human Genetics, dio a conocer que el gen mutado responsable de esta característica es el llamado SMARCAD1.​ ​

Dicha partícula funciona como un regulador de otros genes responsables del desarrollo genético y también se asocia a la formación de las glándulas sudoríparas, por lo que en caso de estar mutado se producirán una serie de consecuencias genéticas que conducirán a la ausencia de huellas digitales y, además, a una producción de sudoración muy escasa.




Adela Ruiz, quien presenta dicha situación, explica: “No me había dado cuenta, hasta que empezamos a hacer trámites y el lector de huellas no me reconocía. Pasaba horas intentando que el lector me pudiera reconocer. Un día comparé mis dedos con los de una amiga y ahí nos fijamos de que yo casi no tenía huellas dactilares”.

Las huellas son únicas e irrepetibles, comienzan a formarse entre el cuarto y quinto mes de embarazo y no hay dos iguales. Las huellas dactilares nos sirven para identificarnos, pero su función biológica es otra: sentir las texturas finas u objetos minúsculos sobre una superficie.

“Siempre ha sido un problema cuando hago un trámite o cuando me lo piden en el banco, pero poco a poco uno aprende a vivir con eso. Aparte, no es que no las tenga del todo, es que no son tan visibles como el resto”, añade Ruiz.

La Universidad Tecnológica de Sídney desarrolló en 2011 un revolucionario método para recuperar huellas dactilares a base de la nanotecnología, para detectar huellas secas y débiles donde las técnicas tradicionales no eran capaces de llegar.

El objetivo de la nueva técnica es encontrar huellas de cualquier edad y en cualquier superficie. Ejemplos que resultaban invisibles, ahora pueden ser revelados gracias al nuevo método.

Pero las huellas dactilares también pueden desaparecer, según investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad de San Sebastián, quienes analizaron la presencia o ausencia del dactilograma en 487 personas residentes en los hogares de la Fundación Las Rosas, en Santiago.

En el estudio se observó que la edad mínima en la que se desvanece la huella dactilar es a los 63 años, en el caso de las mujeres y a los 66, en los hombres, demostrando que las primeras son más propensas a la pérdida del dactilograma.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte