Jake Denburg estableció el restaurante Jake´s desde hace 29 años en Guatemala. Para reinventarse, creó un nuevo servicio para cocinar de sus platillos en casa. Se llama Take Jake, y se trata cajas de comida preparada, empacadas al vacío, que se cuecen entre 8 a 12 minutos. Sugiere que pueden ser llevadas para un fin de semana en La Antigua, Río Dulce o simplemente, cuando se llega a la casa y no hay ganas de cocinar, pero sí de comer bien.
La idea comenzó en Semana Santa de 2015, cuando unos amigos le sugirieron que les preparara algo para sus vacaciones en Río Dulce. “En vacaciones nadie quiere cocinar, aunque yo sí lo hago porque es mi pasión. Así que pensé en una manera creativa y fácil de transportarlos”, explica Denburg.
Así que empacó la comida al vacío, lo que quiere decir que no contiene oxígeno y por lo tanto, no adquiere gérmenes o bacterias que contaminen el platillo. La caja congelada, puede durar hasta un año y preservar el mismo sabor de cuando fue hecha. “Hice una prueba con las salsas, las abrí después de un año y saben bien. A esta comida siempre le hago pruebas en los laboratorios, para medir su resistencia al ambiente”, dice.
Entre las especialidades que Jake prepara, están los estofados con carne de vino tinto al estilo francés; pollo porccini con verdura fresca y orgánica; pollo a la cachatora, camarones al curry o albóndigas (las mismas que sirve en el restaurante, pero más pequeñas, de 2 onzas). Por ejemplo, cada caja contiene dos libras de albóndigas. Los precios van desde los QXXX hasta QXXXX y rinde para 4 personas. Denburg afirma que la gente compra más la caja de camarón caribeño. Dos de especialidades están bajo desarrollo: pepián de Chimaltenango y unos platillos asiáticos. Los preparados se pueden encontrar en el restaurante de Jake, así como en la tienda Bucaneros en Río Dulce, Caoba Farms en La Antigua, en Puerta del Sol y Orgánica, en la ciudad capital. Espera que pronto llegue a más súper mercados.
Pasos a seguir
Solo necesita una olla grande y tijeras. Coloca el agua en la olla y la hierve. Cuando está a punto de ebullición, mete la bolsa de comida y comienza la cocción. Los camarones por ejemplo, tardan seis minutos; el pollo, 8 minutos; la carne y las albóndigas, 12 minutos. El tiempo es exacto para cada especialidad.
Al preguntarle cuál es su plato favorito, el chef responde mientras sonríe: “Las albóndigas, porque los niños se enloquecen cuando les preparo un sándwich con queso mozzarella”.