El papel reciclado se volvió su vida luego de unas quemaduras imagen

Carlos tiene 28 años, pero en su vida tuvo que enfrentar muchas situaciones difíciles. Ahora trabaja haciendo papel.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Desde muy pequeño, Carlos ha tenido que enfrentar duras situaciones en su vida.

Él tenía apenas 7 años cuando murió su abuelita, quien lo cuidaba mientras su madre trabajaba. Se quedó solo con su madre que lo dejaba en la casa de una vecina, quien lo cuidaba, ella tenía varios niños en su casa y uno más no sería molestia. Pero no fue así para Carlos, ya que lo ponían a lavar los trastos, la ropa y limpiar la casa.

Un día llegó con su madre a mostrarle que tenía hasta ampollas en las manos de tanto oficio realizado, ella le dijo que se aguantara, que sería por poco tiempo en lo que conseguían otro lugar.

Pasaron 3 años y él continuaba en esa casa donde era el único que realizaba oficios, ya que los demás niños no.

Una tarde la madre salió temprano de trabajar, lo fue a traer y se dio cuenta de lo que pasaba. En ese momento, su madre ya no lo llevó a esa casa y decidió que sería mejor que se quedara solo en la de ellos.

Carlos tenía 12 años y 3 de mantenerse solo en su casa. Una tarde de un jueves de diciembre, en época fría, se iba a bañar, pero se había arruinado el calentador de su casa, entonces decidió calentar agua. Cargó una olla con el agua hirviendo, pero de camino al baño tropezó y se le cayó en el cuerpo, justo su mamá llegaba y los vecinos llamaron a los bomberos, lo trasladaron de inmediato al Hospital San Juan de Dios.




A su mamá le dijeron que había tenido quemaduras de tercer grado y debía permanecer en el hospital por tiempo indefinido.

Carlos estuvo alrededor de 3 meses en el hospital, producto de las quemaduras. Al salir se le dificultó recuperar su vida, pues tenía cicatrices y marcas en su cuerpo que no le gustaban.




Al pasar los años se graduó de bachillerato, pero no conseguía trabajo, hasta que encontró de ventas por teléfono, su salario no era bueno, pero le alcanzaba para vivir.

Cuando Carlos cumplió 25 años, le regalaron una tarjeta con papel reciclado y le encantó la textura y el olor.

Empezó a hacer papel reciclado, primero fueron unas hojas, luego pliegos, hasta que empezó a hacer ventas con sus amigos y familiares hasta lograr un salario en su trabajo.




La sensación de papel mojado en sus manos le agradaba, el olor del periódico y ponerlos a secar era un buen método para que él se olvidara de sus cicatrices que tanto le disgustaban.

Empezó a vender papel reciclado hasta que logró comprar una imprenta en la que ahora hace el papel que tanto ama.

De eso han pasado 3 años y ahora es un joven emprendedor que sueña con que su papel reciclado pueda llegar a ser el único que se use.

Para la psicóloga, Ángela García, el realizar manualidades puede ser un mecanismo para que Carlos acepte su condición y trabaje con ello. Añadió que cuando las personas en su niñez enfrentan un tipo de trauma, si no es tratado este puede crecer, además indicó que él podría realizar diferentes manualidades para continuar superándolo.

*Carlos es nombre ficticio. Su verdadera identidad prefiere resguardarla por seguridad. 

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