Por tercera vez será partícipe del proceso de las elecciones. No solo votará, sino también atenderá el llamado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), para formar parte de una mesa receptora de votos en el Instituto Imrich Fischmann, en la zona 13, en donde fungirá como presidenta de mesa.
Su primera experiencia fue en las elecciones en las cuales Jimmy Morales se logró colar a la segunda vuelta y finalmente ganarla con 2 millones 751 mil 58 de los votos válidos, mientras que Sandra Torres alcanzó 1 millón 328 mil 342. Luego, en 2018 hizo lo mismo, solo que en esta oportunidad fue en la consulta popular sobre el diferendo territorial con Belice, en la cual 1 millón 615 mil 826 guatemaltecos dijeron sí a que una Corte Internacional resuelva el conflicto.
De estas dos experiencias, Ana Claudia R. tiene dos cosas muy claras para esta tercera oportunidad. Primero, que la jornada será larga y por momentos hasta tediosa. “Cuando asiste gente a votar no está mal, los problemas son los momentos en los cuales nadie llega”. Además, ese día será mediadora entre los fiscales de cada partido representado, que tienen la costumbre de pelear “hasta por un punto que pudiera anular una papeleta”.
Este domingo saldrá de su casa a las 4:00 a. m., con destino al vocacional de la zona 13. Pachón en mano y en compañía de su esposo, llegará a recibir la caja de manos de los personeros del TSE, a eso de las 5:30 horas. “En la caja viene todo lo que se necesita, las boletas, la engrapadora, los listados, sellos, etc.”.
Luego, de recibida, Ana Claudia y los demás representantes de la mesa deberán revisar una por una las boletas, contarlas y cuadrar con el listado de votantes del padrón que le será entregado.
“El presidente de mesa tiene que firmar cada una de las boletas y doblarlas para que puedan ser entregadas a los votantes, así es como dice el TSE que se debe hacer”. Ana Claudia.
A las 6 a. m., el centro de votación abrirá sus puertas, y como siempre, el grupo de personas madrugadoras llegará a emitir el sufragio. “No son muchos, pero a algunos les gusta salir del trámite rápido”. Pasadas las ocho, personal del TSE llegará con el desayuno, puede ser un “pan con algo y un refresco” para calmar la tripa.
A eso de las 10 a. m., nuevamente personal del TSE les visitará para darles una refacción. Una gaseosa, chucherías y hasta dulces pueden ser los premios por aguantar la cuarta parte de la jornada. Sobre el almuerzo, Ana Claudia asegura que su labor del día le representará un estipendio de Q300, que el TSE otorga para cubrir los gastos de alimentación y el tiempo dedicado. Pero, este no llegará sino hasta en horas de la tarde, por lo que debe coordinar con su esposo para que este le lleve la comida del mediodía.
“Generalmente, pido McDonald’s, pues llega caliente y no complico a mi marido con andar viendo qué comprar”. Ana Claudia.
Así concluirá la primera parte de la jornada, donde la voluntaria espera haber atendido a la mayoría de los electores. Después, vendrá la tarde, en donde la afluencia puede ser alta, pero en su experiencia, los votantes de su mesa son gente mayor que gusta de emitir el sufragio en horas de la mañana. Y es en esta segunda etapa, que nuevamente el TSE les visitará para entregarles su estipendio y una refacción.
Con la caída del sol, los delegados y voluntarios del TSE verán llegar la hora de cierre. Se prepararán para cerrar la mesa y comenzar el recuento. “A eso de las cinco, cuando ya casi no llega gente comienza lo bueno, pues todos cansados queremos terminar con el trabajo y poder irnos a nuestras casas”.
“Entregaremos las cajas plásticas cerradas, con los votos contados y las actas firmadas, no sin antes haber sido testigos de la lucha que los delegados harán para defender cada voto de los partidos que representan”. Ana Claudia.
Por civismo, por amor a la patria o simplemente por darle al país un poco de regreso, Ana Claudia espera que su jornada sea como las otras “sin violencia y puntual”. Y a las diez de la noche, junto a su esposo, se dispondrá a ver la televisión local para saber quién se enfrentará a la marejada verde en la segunda vuelta.