Decepción suficiente para no votar, el caso de varios guatemaltecos imagen

Alessandra cree que el voto no es la mejor herramienta para cambiar el país. Conoce su postura.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

A sus 23 años, Alessandra, al igual que muchos guatemaltecos, se ha decepcionado tanto de la situación política del país, que considera no votar en las próximas elecciones.

Hace cuatro años fue la primera vez que votó, y por ser su primera experiencia eligió a un candidato del que hoy se arrepiente haber escogido; no leyó siquiera su plan de trabajo.

En 2015, junto con unos amigos de la universidad organizaron un grupo de formación política, con el cual acudió a las manifestaciones y se informó más acerca del tema.

Creo que ese año hubo un avance políticamente hablando, ya que se logró dar a conocer la inconformidad con la corrupción, al punto de sacar al partido que estaba en el gobierno en ese momento”, explica Ale. 

La decepción ocurriría hasta en el presente año, tiempo en el que este grupo de formación política, al igual que muchos más guatemaltecos, se decepcionaron de todo lo que estaba ocurriendo. En especial ella, quien decidió no votar en las próximas elecciones para elegir al nuevo presidente y diputado. Estos son sus motivos:

  • No hay un candidato que cumpla con lo que ella considera que es necesario para gobernar el país.
  • Porque no considera como buena opción votar por “el menos peor”, sino hacerlo informada y consciente, y aunque tuvo opciones, no está del todo convencida.

Pienso que hay ciertas razones fundamentales por las que muchos guatemaltecos no votarán; primero, muchos no saben que hay que empadronarse; segundo, no conocen a los candidatos y sus propuestas, y también está la desmotivación de ver que la corrupción continúa dentro del poder”, afirma.

Alessandra, al igual que su familia, ha adoptado el pensamiento de “sálvese quien pueda”, ya que saben que en el Estado no pueden confiar, y consideran que la mejor manera de salir adelante es que cada individuo con su trabajo, empresa o negocio, mantenga a su familia, sin esperar algo de la política.

¿Cuál es la otra alternativa?

Pienso que la otra manera de poder cambiar la realidad guatemalteca es la iniciativa privada; los planes personales de jóvenes y demás personas que tienen proyectos de ayuda social, artísticos, educativos, que no necesariamente tienen la ayuda del gobierno, sino incluso reciben el aporte de entes internacionales”, opina la chica. 

Alessandra considera que desde los proyectos de emprendimiento de muchos guatemaltecos se pueden hacer grandes cosas. Para ella, la mejor manera de involucrarse en la política con los comités cívicos, ya que no son partidos políticos que desaparecen después de las elecciones, sino herramientas positivas para crear un cambio.

“Si yo quisiera algún día involucrarme en la política, lo haría a través de un comité cívico en Fraijanes”, asegura.

Quejas/acciones

Alessandra, al igual que muchos guatemaltecos, también se ha quejado de la situación política de Guatemala; sin embargo, considera que la mejor manera de explicar lo que sucede es a través de esta frase: “Tenemos los gobernantes que merecemos”.

No me he quejado del actual presidente porque sabía desde un inicio que su falta de experiencia lo haría improvisar en su mandato, no esperaba nada de él. Pienso que la mayoría se queja a través de redes sociales, pero no hacen nada ni para mejorar ellos como personas, ni mucho menos para cambiar la situación política”, manifiesta.

No solo se trata de quejarse o criticar, sino también de crear propuestas y ver de qué manera ayudamos desde lo pequeño a lo grande, refiere Alessandra.

De los cinco integrantes de su familia, solamente un miembro va a emitir sufragio; el resto, al igual que la joven, no creen que puedan aportar al cambio que el país necesita, o al menos que sea la mejor manera para hacerlo.

Da lo mismo

La joven guatemalteca no considera que el voto sea la herramienta más efectiva para transformar la actualidad en algo distinto, pues cree que ya está todo pactado, ya se sabe hasta quién va a ganar. Da lo mismo votar o no votar.

Si alguien tiene el deseo de participar en política y comenzar a cambiar las cosas, puede hacerlo desde las municipalidades. Es una de las formas más limpias de llegar a un puesto público. Y si van a votar, que sea por convicción, no porque alguien más se lo diga. Conozcan”, indica Alessandra. 

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