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Aldo Dávila es una de las figuras más visibles de la próxima legislatura, pues sus preferencias sexuales han dado mucho de qué hablar en una sociedad muy marcada por lo conservadora.

El diputado electo tiene miedo de ser discriminado en el Congreso de la República, por parte de los legisladores que no aceptan que las personas sean diferentes.

¿Quién es Aldo Dávila?

Durante su niñez vivió en la zona 5, donde su abuelita vendía tamales los sábados y él se encargaba de repartirlos. Cuando tenía 14 años falleció su padre, por lo que Dávila quedó en un lugar complicado dentro de su familia; por ser el hermano mayor, le tocó asumir roles que tal vez no le competían a esa corta edad.

Pero hubo cosas en la vida de Dávila que lo marcaron, ya que en sus años de estudio sufrió acoso por parte de sus compañeros, quienes lo señalaban de “afeminado”; pero la historia no terminó allí, pues ahora, luego de más de 20 años de haberse graduado del Colegio Evangélico Adonaí, Caleb Dávila, el ahora director y quien en aquella época fue su compañero estudios, lo buscó en redes sociales para intimidarlo, por lo que enfrenta un proceso legal ante ese tipo de acciones.

Cuando Dávila tenía 17 años, le dijo a su mejor amiga y madre que él era homosexual. Ella lo aceptó, pero desde ese momento empezó a colocarlo dentro de una burbuja para no dejarlo salir, ante el temor de que fuera lastimado. Su progenitora inició a empoderarse sobre derechos humanos para ayudarlo; en ese tiempo, ella trabajaba como mesera en Pollo Campero, pero renunció para enseñarles a muchas personas los derechos que tienen.

El clóset es para la ropa y es oscuro, no puedes vivir allí”. – Aldo Dávila, diputado electo.

Dávila tiene más de 15 años de estar con su pareja, Álex, con quien empezó una relación luego de conocerse en una manifestación. Ahora, viven juntos y luchan porque el amor florezca.

¿Cómo llegó Dávila a la política?

Dávila era el director ejecutivo de “Gente positiva”, donde podía ver los casos de muchas personas que llegaban a denunciar que los habían despedido por sus preferencias sexuales.

El ahora diputado empezó a conocer las historias de muchas personas y se dio cuenta de que no era fácil para ellas la situación que vivían, por lo que decidió no quedarse callado y así se inmiscuyó en la lucha por los derechos humanos.

Hubo varios partidos políticos que se acercaron a él para que pudiera llegar al Legislativo, entre ellos MLP, Convergencia y Winaq, mientras que en las otras agrupaciones políticas no le ofrecían una casilla en la que pudiera llegar al Congreso.

Al final, lo llamaron de Winaq para anunciarle el día en que sería proclamado en la asamblea nacional.

Dávila veía la campaña de los demás partidos en la Ciudad de Guatemala y pensaba que él no tenía posibilidades, porque su propaganda era mucho menor a la que tenían los otros competidores.

Ahora, Dávila está a pocos meses de ser juramentado como diputado al Congreso de República, pero siente temor de que alguien le pueda hacer algo, pues hasta para ir a traer las tortillas significa un factor de miedo para él.

Es de los pocos candidatos que sí habló de su preferencia sexual. 

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