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“Si lo pudo hacer Jimmy, seguro lo logra cualquiera”, es la frase de una ama de casa que sabe poco de política, pero que en sus ratos libres se pone al tanto de lo que sucede en Guatemala. Leslie Marín se dedica a los oficios domésticos y sus preocupaciones giran primordialmente en torno a la hora de levantar a sus hijos para ir al colegio y que el bus que los trae de regreso no se atrase.

Trato de mantenerme al tanto de lo que pasa; veo noticieros y leo la prensa, pero entre que un día sí y luego no, ya no se sabe”. Leslie Marín, vecina de Zacapa.

Lo que sí sabe y recuerda muy bien son los nombres de varios aspirantes a candidatos para puestos de elección popular que hoy se reciclan. Cómo olvidar al alcalde que se dedicaba al narcotráfico y que luego de estar preso ha regresado y quiere ser jefe edil nuevamente.




Arnoldo Vargas, el cacique de Manzanotes, Zacapa, es recordado por sus operaciones con el narcotráfico, mas que por sus gestiones como alcalde de la cabecera departamental.

Vargas pasó a la historia como la primera persona en ser extraditada a los Estados Unidos por cargos relacionados con el tráfico ilegal de drogas. Pero también su gestión estuvo marcada por el autoritarismo, la poca tolerancia a la crítica y la total sumisión de una de las poblaciones más importantes del oriente del país: Zacapa.

Todos le temían a Arnoldo. Nadie quería caer en desgracia y convertirse en su enemigo, me decía mi papá”. Leslie Marín

Y los temores no eran infundados, pues era sabido en el pueblo que quien con Vargas se metía, mal acabaría, y eran estos refranes los que terminaban de convencer hasta a los más valientes de la capital del sombrero y las botas de cuero.




Pero este poder, el que tenía Vargas, no provenía solamente de un gobierno municipal con mano dura y pocos escrúpulos. La fuerza del alcalde llegaba desde más allá de las fronteras de Guatemala, propiamente del entonces conocido como Cartel de Medellín.

Los vínculos de Vargas y el cartel que entonces dirigía el más sanguinario y reconocido capo de la droga, Pablo Escobar, era su mejor tarjeta de presentación.

Tal fue su vínculo con la organización de Escobar, que luego de que Vargas fuera detenido en 1990 y que su extradición se pactara en 1992, un comando especial de la referida organización habría sido preparado para liberarlo de la custodia legal y así evitar su extradición. Sin embargo, los Q57 millones en cocaína que fueron encontrados en su vivienda eran una razón de mucho peso para que EE. UU. evitara que Vargas fuera rescatado.




Finalmente, la corte Federal del Distrito Este de Nueva York logró llevárselo para ser juzgado y condenado a 30 años de cárcel por narcotráfico, de los cuales cumplió 25.

Sin agua en las venas

Arnoldo Vargas fue una de las figuras más prominentes de Zacapa. Para el designado por el Cartel de Medellín nada era imposible y ninguna persona, un obstáculo. Aunque nunca se le comprobó haber ordenado ejecuciones o participado en las mismas, los zacapanecos le temían.

Ronald Orellana era apenas un joven cuando Vargas y su reino del terror sometían al departamento de “los que a caballo andan”. Unos jeans Wrangler, botas de cuero y un cincho de hebilla ancha eran su distintivo, que portaba con orgullo, no se diga de la camisa de manga larga arremangada.

Orellana tendría unos 24 años cuando una noticia acabó con la sonrisa de su madre, Marta. El cuerpo de Selvin, su hijo mayor, había sido encontrado a pocos metros de la carretera.

Tenía varios impactos de arma de fuego, pero lo que nos dejó claro quiénes habían sido los responsables fueron dos heridas específicamente: un balazo en la nuca y otro en la sien”. Ronald Orellana

Según Orellana, la manera en que su hermano fue asesinado les enviaba un mensaje claro a los pobladores. “Nadie podía meterse con sus negocios”, fue lo que todos entendimos y por eso dejamos las cosas tal y como estaban.

Hoy, tras haber regresado de los Estados Unidos, en 2017, Vargas quiere apostarle nuevamente a la alcaldía de Zacapa y para ello ha dado a conocer sus intenciones en redes sociales y medios de comunicación. Su enigmática figura podría convertirse, si el TSE lo permite y luego de que Leopoldo Guerrra, director del registro de ciudadanos, reciba el informe sobre la inscripción del candidato Arnoldo Vargas, en el primer narcotraficante convicto en ser reelecto.

“se debe dejar sin efecto esa inscripción y notificarla, rindiendo un informe y notificarlo aquí a Guatemala para que en donde corresponda emitan la resolución sobre la inscripción de Vargas”, Leopoldo Guerra, director del registro de ciudadanos del TSE.

Pudo ser su entrañable amistad con Pablo Escobar, su firmeza al dirigir la comuna de Zacapa o los millones que sus operaciones ilícitas le generaban los que detenían cualquier intento por enfrentársele. Lo cierto es que Vargas, el narco, el alcalde y quién quita, el verdugo, aún viven en el imaginario del pueblo donde el que es macho se mide con el tamaño de su arma y la montura de su caballo. 

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