Mi nombre es Otto, soy Licenciado en Administración de Empresas y llevo 5 meses buscando empleo. Como cualquier joven decidí buscarlo en las bolsas de trabajo como Tecoloco, Transdoc, CompuTrabajo, entre las más conocidas. Pronto descubrí que hay gente que se aprovecha de la ilusión y necesidad de trabajar de muchos jóvenes como yo, quienes hacen de la búsqueda laboral una oportunidad para estafarnos.
Así me estafaron en una bolsa de empleo…
El 26 de febrero empezó todo. Inauguré mi perfil en CompuTrabajo, llené todas las casillas y comencé a buscar el chance de mis sueños o al menos uno que me permitiría mantenerme mes a mes. Apliqué a varios, pero uno en particular captó mi atención.
Evalué el perfil, el salario (nada más y nada menos que Q18,000) y prestaciones que ofrecían, parecía un trabajo soñado. Y aunque yo sabía que no estaba cursando una maestría y no tenía 5 años de experiencia decidí aplicar porque –aunque pareciera imposible que me llamaran– uno siempre tiene la ilusión de que “quién sabe a lo mejor y me llaman”.
Cuando uno lleva 5 meses desempleado descubre que lo último que se pierde es la esperanza.
Ese mismo día (26 de febrero) recibí un correo de confirmación de la página que mis datos se habían recibido con éxito y que se estarían comunicando con mi persona. No fue hasta el 6 de marzo que recibí una llamada de un número desconocido. Mi hermana contestó y les pidió que me hablaran en media hora. Así lo hicieron.
Una señora/ita me atendió de la manera más cordial y me indicó que estaban interesados en mi CV y que querían realizarme una entrevista en la Colonia San Jorge (cerca de Miraflores). También, me indicó que a mi correo me estaría llegando la confirmación de la hora y fecha, además de unas pruebas que debería de realizar y unas instrucciones sobre los requisitos para la reunión.
Durante la llamada me hizo saber que los procesos de selección eran competitivos y que aunque no fuera el candidato electo, ellos tenían una bolsa de empleo interna. Que como parte del proceso de entrevista debía cancelar Q30.00 para que mi perfil fuera incorporado a esta base de datos. Esto para que pudieran considerarme para otras plazas que manejaban en caso no fuera seleccionado.
En ese momento con la ilusión no me pareció nada raro. Llegué a casa y lo primero que hice fue ver nuevamente el puesto de trabajo al que había solicitado. Era raro que la señorita mostrara tanto interés en mi perfil cuando no cumplía con ninguno de los requisitos de la plaza.
Me pareció aún más raro cuando en el instructivo me pedían que cancelara Q30.00 por pertenecer a otra bolsa de empleo. Pensé: si ellos tienen su propia bolsa ¿por qué sus plazas las colocaban en otros espacios? Aún tienen el descaro de pedir sencillo, pues no tienen efectivo suficiente para dar vueltos.
Para mi suerte, mi mamá y hermano han trabajado toda su vida en una empresa de procesos de reclutamiento y selección de personal. Así que decidí consultarles si era normal que estuvieran pidiendo un cobro como parte del proceso de selección. Ambos me dijeron que no, que se trataba de una estafa.
Que existían varios puntos de la ciudad, en donde personas se hacían pasar por reclutadores, que aprovechándose de la necesidad de la gente y la ilusión de conseguir trabajo se dedicaban a estafar. Y que justo en la Colonia San Jorge es uno de esos puntos.
Sé que esto no solo me ha pasado a mí. Sé que muchos jóvenes han caído por desesperación o ilusión en este tipo de estafa.
Kelvin Aguilar, Coordinador del Observatorio del Mercado Laboral, asegura que el Ministerio de Trabajo está desarrollando un reglamento de asistencia y asesoría a las bolsas de empleo en Guatemala, con el propósito de reglamentar su funcionamiento en el país.
Explica, además, que precisamente porque se reciben varias demandas de parte de los ciudadanos guatemaltecos sobre cobros ilegales por entrevistas o procesos de selección es que el Ministerio de Trabajo encuentra la necesidad de reglamentar cómo operan las bolsas de empleo en el país. Es vital “que exista un tipo de permiso para que estas bolsas puedan liderar los procesos de intermediación entre una empresa y una persona que busca una plaza”, argumenta Aguilar.
Finalmente, nos explica que las demandas por estafas deben ser dirigidas al Ministerio Público pues, las únicas que por jurisdicción le corresponden al Ministerio de Trabajo, son aquellas donde ya existe una relación laboral. Y que mientras se trabaja en lograr este reglamento, la institución ha realizado campañas de información sobre la bolsa de empleo que administran ellos y es gratuita.