Tatuajes. Los vemos por todos lados. En películas, en internet y en redes sociales nuestros actores y músicos favoritos llevan tatuajes. Es un tema del que se puede hablar mucho; pero no quiero hablar de lo peligroso o seguro que pueda ser un tatuaje, ni de los juicios que a veces se emiten ante ellos. Tampoco quiero hablar de las razones que pueda tener alguien para decidir hacerse, no hacerse, o quitarse un tatuaje. Hoy quiero simplemente reflexionar sobre la permanencia, que para mí, es la naturaleza de un tatuaje.
Vivimos en un mundo efímero en el que todo se mueve a alta velocidad. El cambio es la constante que define a nuestra cultura y se ha convertido en un ícono de nuestro tiempo. Estamos acostumbrados a modas fugaces, a productos desechables, a tecnología cambiante, a trabajos de corta duración y a relaciones que vienen y van. Y a pesar de que “la era del cambio” trae consigo un sinnúmero de ventajas (como la mejora continua y la libertad), a veces siento que la rapidez y la facilidad con la que hacemos cambios, hace que nos olvidemos del concepto de permanencia. “Permanente es algo que se mantiene, que se queda”.
Como coach, acompaño a mujeres en procesos de búsqueda y de transformación. Y ante cualquier cambio, después de haber explorado la pregunta “¿Qué deseas cambiar?”, una de las preguntas más importantes que sugiero meditar es: “¿Qué deseas preservar?”
La permanencia es también parte del cambio: cuando hay cambios, hay algo que se va, pero también hay algo que se queda. ¿Cuántas veces, en nuestro afán por cambiar y en nuestra prisa por llegar a la siguiente metamorfosis, nos olvidamos de lo que queremos mantener, de aquello que no estamos dispuestos a cambiar?
Nos reinventamos día a día, nos guiamos por nuestras emociones y por nuestra intuición y navegamos un mar de cambios. Y ante estas mareas y corrientes, ¿te has preguntado qué quieres que permanezca en tu vida? ¿Con qué ideal o sueño te sientes tan identificado, que quisieras tenerlo para siempre? ¿Qué símbolo o qué palabra es tan tuya que serías capaz de grabarla en tu piel? ¿Qué es eso que quieres que sea en tu vida, tan permanente como un tatuaje?