Sin calorías, NO necesariamente significa más saludable imagen

El impacto de consumir endulzantes no calóricos con frecuencia pueden provocar a largo plazo ganancia peso, aumento de grasa corporal y obesidad.

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La obesidad es una enfermedad caracterizada por un exceso o una acumulación excesiva y general de grasa en el cuerpo. Existen varios factores a los que se les atribuye esta creciente epidemia, entre ellos el exceso de calorías, especialmente provenientes del azúcar en varias de sus presentaciones. En respuesta a esto, en los años 80 se aprobaron los edulcorantes artificiales no nutritivos (acesulfamo-K, aspartamo, neotamo, sacarina, estevia, sucralosa, entre otros). Se refieren a ellos como no nutritivos por el hecho de no aportar calorías y proporcionar una sensación de dulzor, ofreciendo una alternativa “saludable” al azúcar. Esto ultimo es lo que los volvió tan populares. Continuar consumiendo alimentos dulces o azucarados pero “ahorrándose” las calorías y evitar o detener la ganancia de peso…una propuesta perfecta.

¿Son seguros para su consumo?

Se asume que como no tienen calorías, no tienen un impacto en el organismo. La mayoría de estudios han mostrado que en humanos no causan enfermedades. Sin embargo el impacto de su consumo a largo plazo es incierto y estudios recientes han demostrado que las personas que consumen con frecuencia estos alimentos (incluyendo bebidas endulzados con ello) tienen un mayor riesgo de ganar peso, obesidad, diabetes y enfermedades del corazón. Algunos de estos estudios, realizados en animales, han reportado que la exposición crónica de estos edulcorantes tiene como resultado el aumento del consumo de alimentos, ganancia de peso y adiposidad. ¿Pero por que? 

 La hipótesis es la siguiente: al consumir estos alimentos estamos “engañando al cuerpo” de que ya comimos algo dulce, que le dimos a nuestro organismo ciertas calorías. ¿Cómo reacciona el cuerpo? Pidiendo más. Por otra parte, yo lo veo desde este punto de vista, no se arregla el problema de base: el apego a lo dulce. La diabetes es una enfermedad en donde las personas que lo padecen, mantienen niveles altos de azúcar en la sangre, por lo que parte de su tratamiento nutricional es restringir el consumo de cualquier alimento que pueda elevar el azúcar en la sangre. En estos pacientes estos edulcorantes parecen ser una buena idea, pero en una ocasión tuve una paciente que consumía aproximadamente 10 sobres de endulzantes no calóricos AL DIA! Y uno pensaría que su glucosa estaba controlada, pero no. El consumir de forma regular estos substitutos de azúcar también podrían causar a las personas a que tengan mas antojos y mas frecuentes de comida dulce. Por otra parte, al pensar que como me “ahorre” estas calorías en una bebida, tengo derecho a comer mas en otra comida, anulando el objetivo de consumir menos calorías para bajar o mantener el peso corporal.

Un amigo me preguntaba un día que era mejor: tomar una gaseosa regular o una gaseosa “Light” endulzada con estos substitutos de azúcar. Mi respuesta fue: TOMAR AGUA PURA. Porque claramente el alto contenido de azúcar en una bebida tiene efectos inmediatos que ya todos sabemos (ganancia de peso, alteración de los niveles de azúcar, etc), el consumo crónico de las bebidas “Light” provocan una serie de reacciones tanto a nivel celular como en el comportamiento de consumo de una persona, que llegaremos tarde o temprano a lo mismo que con la bebida regular.

Las personas deberíamos de consumir menor cantidad de endulzantes (aporten o no calorías). Si se consumen en pequeñas cantidades y de forma ocasional no hay problema. Si consumes bebidas (regulares o Light), utilizas estos edulcorantes artificiales en gran cantidad (mas de 4 sobres al día) intenta reducir a la mitad, disminuyendo de forma gradual su consumo, o idealmente….evitarlos de un solo. Lo digo por experiencia. Yo tomé gaseosas regulares por mucho tiempo, por salud decidí hacer la transición a bebidas “Light”. Las consideraba horribles, pero con tal de ahorrarme esas calorías me las tomaba. Llegue a tomar 2 latas al día, ya me gustaba. Eventualmente hice esa misma transición a agua pura por la misma razón. Eso fue hace 10 años y al día de hoy es muy raro que tome algo diferente que sea agua, me acostumbre a tomar té y café si nada y en mi casa los refrescos naturales los endulzo muy poco.

Somos animales de costumbre, al principio no consumir las cosas tan dulces te va a parecer desabrido e insípido, pero después de unas semanas te darás cuenta que te acostumbraste y ya no será necesario endulzar tanto todo. Y lo más importante, no se trata solo de calorías, si no de cómo reacciona nuestro cuerpo ante ciertos compuestos.  

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