Los cerdos del camino van dejando rastro: bolsas de basura, envases vacíos, papeles. Los cerdos del camino quizá saben que tirar basura en la calle nos afecta a todos, pero no les importa. O peor, son cerdos y no lo saben.
No se ofenda por favor, es más ofensivo tirar basura a la calle y no los veo haciendo nada al respecto. “A veces he tenido que hacerlo pero no lo hago siempre” dicen algunos, excusándose, pero las calles están sucias todos los días, no solo a veces.
El ejemplo del bus extraurbano tirando basura por la ventana, es un clásico pero no se limita al transporte público. Pickups Toyota Hilux del año de más de Q200mil no pueden esperar a llegar a casa: una bolsa de basura sale volando por la ventana para caer sobre la acera. La sentencia es real, son unos cerdos.
Padres que dejan botado el pañal sucio, tirado en donde sea. Supongo que el asco desaparece cuando ya no pueden ver el pañal. Nos falta visión para entender que este problema no solo es para los turistas que nos visitan, es para nosotros que todos los días estamos aquí. Qué asco vivir entre la basura.
Por favor, no crea que se trata de una municipalidad en específico. Basta viajar a cualquier parte del país para encontrar lleno de basura en todas partes. Afuera del estadio, en la feria, en el mercado, en la terminal, en las carreteras, en las calles, en las esquinas, después de las procesiones, en donde sea. No tenemos cultura de basura, o mejor dicho, nuestra basura es nuestra cultura. Un país sin educación, es un país de cerdos.
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