No más BAM Letras, una mutilación a la comunidad literaria ¿Cómo continuar? imagen

Autores y editoriales no la tienen fácil, es una odisea llevar un proyecto literario a buen puerto. Se admira el esfuerzo titánico que hacen y su sensatez de no desistir. Son valientes.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Encontrar canales que fluyan sin interrupción, para dar a conocer obra literaria, no es tarea sencilla. Hoy en día, conectar autores con editoriales, llegar a los lectores y permanecer en el mercado requiere de heroicos malabares.

Los autores y las editoriales en Guate no la tienen fácil, es una odisea llevar un proyecto literario a buen puerto, aún así continúan en la cruzada. Se admira y agradece el esfuerzo titánico que hacen y la sensatez de no desistir. Parafraseando el slogan de F&G Editores, es nadar contracorriente.

 ¿Se imaginan a un país sin voces propias? no me cabe en la cabeza semejante mutismo. Es un silencio que no podemos permitir.

Los concursos en un país como Guatemala son mecanismos importantes para generar nuevas propuestas en nuestra pequeña comunidad de letras. De hecho, han sido motores generadores de un entusiasmo cada vez más encendido para quienes intentan abrirse camino en este oficio antiguo de la escritura. Mujeres y hombres que tienen algo que contar y sueñan con convertir su(s) historia(s) en libros que lleguen a muchos, cuentan con la posibilidad de concursar.

Lo triste es que las convocatorias en el arte de la palabra tienden a desaparecer.

Hace pocos meses se dio a conocer la desconcertante noticia de que el concurso BAM Letras no va más. El último ganador fue “Coreografía del desencanto” de Marlon Meza Teni. El libro -sólido y hermoso- se presentó en el marco de la FILGUA 2018 una noche en la que la gran mayoría de los asistentes sabíamos que era la última obra BAM Letras que leeríamos. 




2018 despidió a un concurso que en poco tiempo se había convertido en El Acontecimiento Literario del año.

Duró 6 años. Durante este período primavera, floreció una alegría colectiva y muchos vivíamos pendientes de cada veredicto. Ignoro si BAM era consciente de la imagen positiva e innovadora que generaba. Personalmente me agradó mucho enterarme de su patrocinio en un campo poco patrocinado. Fue aire fresco. Hoy es historia.



Un certamen hoy extinto

La organización era esmerada. Las bases claras, la decisión de alternar edición cuento y edición novela, atinada. Publicar también las obras finalistas, generoso. Todo mostraba que era un proyecto serio. La solvencia y experiencia de los jueces siempre fue de primer orden y el trabajo realizado por F&G Editores, fantástico. Las obras ganadoras hablan de un trabajo de selección minucioso, lo escribo con conocimiento de causa pues leí casi todos, ganadores y algunos finalistas. Sí. Perdimos un evento valioso y bien hecho. Algo que no abunda en nuestro medio.















Ganador 2017

 

 



Finalista 2017
 



Finalista 2017

¿Por qué?

Las razones y consecuencias de este final han sido tema central de conversación —y legítima preocupación—entre los que habitamos la atmósfera librera. De acuerdo a comunicado oficial de BAM, trasladado al público por Raúl Figueroa, director de F&G Editores y comprometido promotor del certamen, la decisión obedece a nuevas políticas internas.

Se rumoran otros motivos de orden menos corporativo. Pero a estas alturas ya no importan. Lo importante es el futuro. ¿Qué recursos creativos tendrá la comunidad literaria para generar ambientes que faciliten la publicación de nuevas plumas? ¿Cómo podemos participar para que suceda?

Los lectores también resultamos perdedores. Que el país tenga movimiento constante en su producción literaria tiene una importancia inmensurable. Es básico para salvaguardar nuestra identidad, puente para conectar generaciones, hilo conductor de nuestra historia. El arte en cualquier manifestación es primordial para construir colectivos culturales cada vez más completos. 

Las letras son vehículo para transformar lo que debemos transformar, instrumento para expandir consciencias y medio universal de evolución. Todo esto sin olvidar el exquisito placer que brinda la lectura.

Un país que lee es un país que crece y leer voces propias resulta imprescindible para comprender quienes somos.

Para que un mercado lector sea cada vez más grande, más exigente, se requiere de escritores también grandes, ambiciosos con su pluma y con el medio. Hay esperanza, porque la vocación escritora no deja de existir a pesar de que las oportunidades son escasas. No podemos tirar la toalla. 

Leer y escribir son legítimos ejercicios de libertad. Literatura sin censura, literatura como manifestación artística, literatura sin compromisos bajo de agua ni agendas ajenas que complacer. La literatura en su forma más pura, nada más y nada menos. Novelas geniales, cuentos que nunca olvidemos, poesía que trastoque. Eso necesitamos, eso soñamos. ¿Será mucho pedir?

La gran interrogante es ¿Quién tomará la estafeta? ¿Será necesario que grandes entidades patrocinen el quehacer literario de esta pequeña nación? ¿A qué precio? ¿Quién trabajará hombro con hombro con las valientes editoriales que no dejan de creer? ¿Qué pensarían de esto Asturias, Gómez Carrillo, Cardoza y Aragón y otros gigantes de las letras que colocaron las palabras guatemaltecas en el mapa mundial literario?

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte